Real Madrid se recompone y toma ventaja en la eliminatoria

El cuadro merengue se fue al descanso de medio tiempo con ventaja de un gol.
El cuadro merengue se fue al descanso de medio tiempo con ventaja de un gol.
EFE

(Paola Núñez, ESPN Digital) Real Madrid dejó encaminada la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey con una victoria por 4-2 sobre el Girona en el encuentro de ida disputado este jueves en el Santiago Bernabéu.

Choco Lozano adelantó al Girona en su primera llegada, al minuto siete del encuentro. Era todo lo que necesitaba el Real Madrid; un desliz de la defensa que lo obligara a sacar su mejor versión para dejar encaminada la eliminatoria.

El que durante la primera vuelta fuera un equipo asolado por los "infortunios" se encuentra hoy en una dinámica más sana y ha aprendido a sacar provecho de las circunstancias para recomponerse; mejor que eso, a construir una victoria contundente a partir del, por lo demás, recurrente error defensivo. Y resulta que hasta juega bien.

Solari dio una oportunidad a Marcelo para recuperar el puesto que ha perdido ante el canterano Sergio Reguilón, que lleva dos partidos de Liga consecutivos como titular. El entrenador no se ha querido comprometer con la jerarquía y sí con la forma física. Pero el brasileño no la tiene y por eso se quedó sembrado a varios metros de distancia mientras Choco Lozano entraba al área sin marca por su costado para recibir un pase cruzado desde la derecha y batir a Thibaut Courtois.

El equipo merengue no esperó un segundo para lanzarse a buscar el empate. Si no podía permitirse el lamento, mucho menos una derrota en casa que dejara la eliminatoria comprometida. Ahí salió la mejor versión del equipo merengue. La de Modric y Benzema conduciendo la orquesta; la de Odriozola clavándose como un puñal por la derecha. La del criticadísimo (gratuitamente) Lucas Vázquez que compensa la falta de elegancia con un gran afán de lucha. La de Vinicius Júnior haciendo de todo para cortar la respiración de la grada, menos acertar en el último pase. Detalle que se corregirá con el tiempo, aunque mientras más pronto, mejor.

Y quién fue sino Lucas Vázquez el que puso el 1-1 y ganó algo de crédito - o tiempo de paz, según se mire - en una jugada soberbia de Álvaro Odriozola que tras llegar casi a la línea de fondo le dejó el balón a modo con un pase retrasado para que el '17' fusilara a Iraizoz a la primera.

Madrid siguió buscando en todas las formas posibles. Ahogando a Girona y prácticamente sin soltar el balón. Si no lo intentaba la delantera, trataban de resolver Casemiro y Modric desde el borde del área, como se les está haciendo costumbre.

En eso estaban cuando llegó la primera polémica por el VAR cuando Modric reclamó un penal que tras ser revisado no fue concedido. Le llovieron rechiflas a Unidano Mallenco, que de todos modos llevaba casi 40 minutos aguantando el escarnio de una grada que se ha vuelto más sensible de lo normal con el arbitraje.

De todos modos le dieron tregua a la siguiente jugada, cuando Vinicius Júnior fue derribado dentro del área. Penal clarísimo que cobró Sergio Ramos. Ocho goles en la temporada, todos desde los once pasos. De Panenka, claro, hasta que lo cacen.

Al Madrid le duró la emoción hasta el 66'. Le dio tiempo de celebrar el regreso a la cancha de Toni Kroos y Marcos Llorente hasta que el segundo regaló un penal por una mano dentro del área por saltar con los brazos arriba.

Granell marcó el segundo para Girona y para el Madrid fue como volver a empezar, pero bajo presión.

No llegaron a ponerse excesivamente nerviosos - lo dicho, el grupo goza de mayor salud - pero comenzaban a trastabillar cuando Sergio Ramos puso el 3-2 con un cabezazo, el primero de la temporada, a un pase redentor de Marcelo en un contratque.

Girona sí que acusó el golpe anímico y cuando quisieron darse cuenta, ya había caído el cuarto tanto del Real Madrid.  Vinicius, en la enésima internada, decidió levantar la cabeza para poner un balón preciso para Benzema, que sentenció a puerta vacía. Entró el VAR, pero Undiano Mallenco lo dio por bueno. Por una vez, el Bernabéu acabó sin motivo de queja y con esperanzas de llegar a las semifinales de Copa por primera vez en casi cinco años. Que ya es algo.