Peor, imposible

BUENOS AIRES -- Vélez Sarsfield e Independiente jugaron un partido para el olvido, demostrando ambos carencias de ideas y una tibieza alarmante a la hora de atacar, lo cual tuvo su mejor reflejo en el cero a cero final.

El empate le cayó mejor a Independiente, que mantiene por ahora su clasificación para la Copa Sudamericana, Vélez, que estaba obligado a sumar los tres puntos, se despidió de las chances que aún le quedaban para ingresar a ese torneo.

Poco y nada pasó en los primeros cuarenta y cinco minutos. Independiente, gracias al trabajo del colombiano Freddy Grisales, manejó el balón, mientras que Vélez, sin un conductor definido, apostó por los pelotazos para arrimarse al área rival.

A pesar de las diferencias en las intenciones, Independiente no fue más que Vélez, sencillamente porque Grisales no tuvo compañía en los metros finales de la cancha.

Dentro de ese panorama tanto Vélez como Independiente dispusieron de una ocasión para llegar al gol. Primero le tocó a la visita (minuto 20), pero el remate de Sosa fue contenido por Montoya, diez minutos después fue el turno de Vélez, pero las piernas de Assmann le dijeron no a un tiro de Balvorín.

Independiente encaró la segunda parte con la misma tibieza que había exhibido en los últimos pasaje de la etapa inicial, mientras que Vélez creció sumando un hombre más (Jonathan Cristaldo) a los atacantes, y de ese modo fue el dominador.

Pero más allá de esta situación, los arqueros no debieron trabajar demasiado. A los 19, Cristaldo remató al arco sobre la salida de Assmann, y Gioda rechazó el balón a un metro de la línea, la respuesta de la visita llegó a los 24, cuando Sosa sacó un disparo rasante que Montoya envió al corner.

En un encuentro que nunca superó la calificación de discreto, Independiente fue el dueño del primer tiempo, Vélez del segundo, pero ninguno de los dos mostró lo suficiente como para quedarse con los tres puntos.