Una aplanadora azul y roja

YOKOHAMA -- El Barcelona de Ronaldinho le cortó el jueves las alas a las Aguilas del América con una goleada inmisericorde de 4-0 que lo catapultó a la final del campeonato mundial de clubes.

Ronaldinho, conductor de una delantera que fue una pesadilla para el arco azteca, anotó uno de los cuatro goles y estuvo cerca de aumentar su cuenta personal más de una vez. Los otros fueron del mexicano Rafael Márquez, el portugués Deco y el islandés Eidur Gudjohnsen.

El ilustre número 10, consagrado dos veces como el mejor futbolista del mundo, y el veterano Cuauhtémoc Blanco, emblema americanista, fueron las dos caras de la moneda del monólogo barcelonés. El brasileño fue un dechado de alegría, goles y fiesta. Blanco, que vio el primer tiempo en el banco, se vio poco y nada y se fue apabullado por la diferencia entre uno y otro equipo.

Barcelona jugará el domingo la final con el Internacional de Porto Alegre, Brasil, que en su semifinal derrotó al Al Ahly, de Egipto, por 2-1.

Un rugido de aprobación bajó de las tribunas al minuto, cuando Ronaldinho, con el largo cabello crespo recogido por una vincha oscura, tocó la pelota por primera vez.

La primera jugada de peligro la llevó el América, cuando Fabiano Pereira habilitó con pase largo al "Piojo" Claudio López que no pudo rematar ante la salida oportuna del arquero español Víctor Valdés.

Pero esa aparición americanista fue un espejismo, ya que poco a poco Barcelona empezó a apoderarse del terreno y de la posesión del esférico.

Entre los 8 y los 10 minutos sendos remates de Gianluca Zambrotta y Deco fueron una señal de alarma.

Y a los 11, el ballet. Deco se la llevó y la tocó corta a Ronaldinho, quien giró y sin mirar, de taco, la pasó a la derecha a Iniesta, éste cambió el frente de ataque cediendo rasante a la izquierda al islandés Gudjohnsen, quien cayéndose hacia su izquierda remató bajo y esquinado al segundo palo para vencer la estirada de Guillermo Ochoa. Un golazo.

Dos minutos después Ronaldinho ejecutó un tiro libre con pase corto a Deco, éste se la devolvió y el número diez remató alto.

A esa altura el dominio de Barcelona era casi total.

Sin embargo al promediar la etapa, las Aguilas tuvieron su mejor oportunidad cuando el mexicano Salvador Cabañas ejecutó un tiro libre con un derechazo de rara precisión que Valdés salvó lanzándose a su derecha junto a un palo.

A la media hora, Deco ejecutó un tiro de esquina desde la izquierda y Márquez de cabeza la tocó a un costado para decretar la segunda caída del arco de sus compatriotas.

En el segundo tiempo el paraguayo Cabañas cedió su lugar a Cuauhtémoc Blanco.

Corrían 51 minutos cuando Ronaldinho recibió dentro del área de Iniesta y su remate fue rechazado por Ochoa.

A los 65 volvió a temblar el estadio. Deco recibió adelantado por la derecha y dando media vuelta sin mirar la dejó atrás a Ludovic Giuly, cuyo remate violento fue rechazado por Ochoa, y Ronaldinho la recibió, la midió y la colocó de derecha al ángulo izquierdo del arco azteca.

A los 83, Raúl Mendoza estuvo a punto de convertir el gol del honor para los mexicanos, pero dos minutos más tarde Ronaldinho se hizo de la pelota en el área española, la cedió atrás para Deco, quien venía a la carrera y lanzó un cañonazo desde fuera del área que decretó el cuarto gol.

Casi sobre el final, Ronaldinho estrelló la pelota en el travesaño.