Fútbol Americano
Por Carlos Muñoz 32d

El Clásico de las diferencias a favor de Peñarol que Nacional buscará emparejar en la cancha

Ha pasado el sorteo de la Conmebol Libertadores y Sudamericana y estamos en la semana del clásico, postergado una semana por el paro de los árbitros que pedían mayores medidas de seguridad.

El clásico se jugará el viernes Santo en una medida que ha levantado polvareda y opiniones diversas, más que nada por el horario. Se va a jugar a las 16 horas. Hay varias opiniones al respecto, pero si de seguridad se habla tengamos en cuenta que por Libertadores River Plate visitará a Nacional en el Gran Parque Central y Rosario Central a Peñarol en el Campeón del Siglo. Ambos partidos se jugarán de noche y con hinchada visitante. Por eso no me cierra lo de la fijación del viernes por la tarde. Siempre se había hablado del sábado, habida cuenta que en la primera semana de abril empieza la Copa para los equipos uruguayos.

Pero dejemos ese tema. Ya está fijado y nada ni nadie lo va a hacer cambiar. Hablemos del clásico en sí. Un clásico muy especial que llega con Peñarol con puntaje perfecto. Ganó todo lo que jugó. Es el único puntero del torneo Apertura y si bien es cierto que no jugó con ninguno de los equipos supuestamente más fuertes va encontrándose cada vez más en su juego liderado por un Leo Fernández que se ha convertido en la figura y goleador de un equipo que ha ido creciendo partido a partido.

Para Nacional será una parada difícil. Con el empate ante Progreso de este fin de semana quedó a seis unidades de su rival de todas las horas, pero lo que es peor aún es que mientras Peñarol se va encontrando, sin ser una maravilla pero se va encontrando en lo que quiere Diego Aguirre, cuesta ver un Nacional con algún circuito de fútbol. Mientras que en Peñarol todo pasa por Leo Fernández y aparecieron los goles de Sequeira y Silvera y van ganando confianza y creyendo en lo que el técnico les pide, en Nacional todo es confuso y cuando no está Jeremía Recoba, como pasó ante Progreso, el tricolor lo extraña y Mauricio Pereira no encuentra a su socio para buscar a los de arriba. La pelota nunca le ha llegado limpia a Carneiro, Bentancourt o Ebere. Entra Santander a buscar conectar algún centro y así Nacional termina tirando pelotazos al área.

En materia defensiva son parecidos y creo yo que allí no está el problema de ninguno de los dos, más allá que han tenido falencias y desatenciones. También es cierto que Nacional llega con actividad internacional pero eso incluye largos viajes que desgastan, más la adrenalina que significa buscar la clasificación a la Conmebol Libertadores que finalmente consiguió.

Ojalá sea la fiesta que siempre fue el clásico y nada la empañe.

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