CARACAS -- Zamora bordó su tercera estrella en el fútbol venezolano al batir por 1-2 al Zulia en el partido de vuelta de la final, luego de haber ganado la semana anterior con el mismo resultado.
Los dirigidos por Francesco Stifano lograron dar vuelta a la pizarra tras el gol inicial de Sergio Unrein a los 18 minutos. Con ese resultado parcial, con el que se fueron al descanso, el Zulia era campeón.
La primera mitad la dominaron 'los Petroleros' por el gol de Unrein y poco más, porque el Zamora erró hasta tres ocasiones claras que hubieran puesto el candado a la serie.
Apenas al minuto 1 el joven ariete del Zamora Jefferson Soteldo pisó el área por la izquierda y, después de un espectacular recorte, sacó un remate que se estrelló en el travesaño. El rebote lo recogió Richard Blanco, quien lanzó otro remate al poste.
Blanco tuvo minutos después otra oportunidad clara, que erró nuevamente.
Pero Zulia se sacudió el domino inicial del Zamora, que bajó en intensidad, y consiguió la ventaja con el gol de Unrein tras una jugada con balón lanzado desde 30 metros.
Unrein dejó atrás a su marcador con una veloz carrera y remató el balón con un sutil toque ante la salida del guardameta Carlos Salazar.
Sin embargo, en el complemento el Zamora mostró un significativo cambio de actitud, luego del ingreso de Sebastián Contreras.
El Zulia había elegido jugar al contraataque y ceder la iniciativa al Zamora, que no rechazó la invitación.
Y así cayó el gol del empate, que devolvía al Zamora la alegría del campeonato.
Zulia esperaba en el fondo y Pedro Ramírez, que había tenido una muy discreta primera mitad, filtró un sensacional pase para Richard Blanco, quien sacó un potente remate de derecha.
Antes del gol del 'Avioncito', el Zulia acumulaba 650 minutos sin permitir anotaciones en su feudo, el estadio José Encarnación 'Pachencho' Romero de Maracaibo.
Los locales acusaron el gol y adelantaron líneas, pero el segundo tanto del Zamora, esta vez en las botas de César Martínez con la decisiva complicidad del guardameta Edixon González, puso cifras definitivas al encuentro.
En el 80, ya con la serie decidida, Jefferson Savarino falló un penalti que, sin embargo, no hubiera cambiado nada.