El único gol del partido fue anotado por el volante Leonel Martens a los 31 minutos del primer tiempo. Chicago salió decidido a aguantar el partido con un ordenado cerrojo defensivo, tarea que cumplió ampliamente, y aprovechando un grueso error compartido por el arquero Tauber y el lateral Bergara le permitió conseguir su gol y dejar con las manos vacías a los platenses que hicieron infructosamente todo el gasto. La primera parte tuvo un trámite trabado, impreciso, rústico, que lógicamente favoreció a Chicago.

Arrancó mejor Estudiantes, sobre todo por el sector derecho con la manija del "Tito" Pompei, acompañado de a ratos por Osorio y un interesante trabajo de Fernández en la proyección, mientras que arriba Farías y Piersimone no lograron desnivelar.

Pasado el primer cuarto de hora, la lucha comenzó en el sector medio. En ese contexto Huerta y Manrique comenzaron a ganar y de a poco fueron minando las intenciones del equipo platense. Pero siempre sin preocupar a Tauber. Lentamente los dirigidos por Craviotto cayeron en la telaraña que tendió Chicago.

A los 31 minutos llegó la apertura del marcador, después de un pase de Manrique por la izquierda para el "Gomito" Gómez cuyo centro fue muy bien aprovechado por Martens ante un descuido de Tauber y la inexplicable falta de marca del uruguayo Bergara. El cabezazo de Martens tomó al arquero pincha a mitad de camino para poner la diferencia en el marcador, aunque en el juego era todo lo contrario.

Antes, a los 6, Velázquez le tapó al "Tano" Piersimone un mano a mano después de una gran habilitación de Farías. Un minuto más tarde, en la contra el más chico de los Gómez remató apenas desviado con Tauber vencido. A los 10, el "Tecla" Farías remató desde la izquierda y la pelota se fue rozando el palo izquierdo malogrando la más clara de Estudiantes.

A los 38, Velázquez desvió con mucho esfuerzo un zurdazo de Pompei. Tres minutos más tarde, otra vez el arquero local alcanzó a tapar un buscapié de Bergara, y sobre el final una vez más el guardameta de Mataderos le tapó el gol a Pompei. En el complemento, Chicago se refugió aún más en su campo y aguantó pacientemente algún nuevo error del rival que no se produjo, mientras Estudiantes se le fue encima aunque sin ideas claras.

Los de Mataderos recién pudieron pasar la mitad de la cancha a los 17 minutos, cuando Kmet -el único que entendió que había que atacar- ensayó un disparo desde lejos que no sorprendió a Tauber. A los 19 Quatrocchi se lo perdió al arrojarse con los pies para adelante después de un corner de Bergara que cruzó toda el área y la pelota se fue rozando el palo izquiierdo de Velázquez.

A los 23, le arquero paraguayo desvió un tiro libre de Pompei, seguidamente Velázquez se quedó con un cabezazo bombeado de Quatrocchi. Y cuando se caía el partido, Orsi tocó con la mano una pelota en su área, pero Sequeira ignoró el reclamo generalizado de todos los jugadores platenses que se fueron de Liniers con las manos vacías, y con mucha bronca.

SINTESIS DEL PARTIDO: