"No quiero insistir por él. Ni pregunto ya. Este chico (Riquelme) tiene mala suerte", se lamentó muy escéptico Gil y Gil, a propósito de la promocionada operación. Para el verborrágico presidente del "Aleti", al enganche xeneize "se le anteponen intereses distintos a los suyos y parece que él no puede sentarse a la mesa" para lograr la desvinculación -que tanto reclama- de la entidad de la Ribera.

"Acordamos primero con sus representantes, luego con (la dirigencia de) Boca, pero cada uno toca en su guitarra lo que quiere", comentó Gil y Gil, aludiendo que las partes con las que entabló tratativas entonaron "canciones diferentes".

Para darle un corte definitivo a la cuestión, en diálogo con Radio La Red dijo que "nunca le digo no a nada, pero veo muy difícil el traspaso" de Riquelme a la entidad madrileña que preside.

Al ser consultado sobre los pésimos arbitrajes del Mundial Japón-Corea 2002, Gil y Gil no se mostró sorprendido "por la capacidad e inexperiencia" de los referís y sus asistentes, así como "por los bastardos, parciales e injustos intereses creados por el señor (titular de la FIFA, Joseph) Blatter".