"Más allá de que era una buena oportunidad para mí, durante este año en Portugal siempre estuve ligado con Boca a la distancia -aseguró-. Lo seguía, preguntaba los resultados, hablaba con los muchachos. Todo eso me hizo pensar que en realidad nunca me fui. Nunca terminé de cortar el lazo".

En cuanto a la buena recepción por parte de los simpatizantes boquenses, comentó Ibarra que "eso me pone muy bien. Porque yo tampoco nunca los olvidé. Me enorgullece que los hinchas me recuerden y se alegren por mi vuelta".

"Ojalá que las cosas me salgan otra vez como antes -añadió-, para que el hincha el día de mañana me siga recordando como ese lateral morochito que se mandaba siempre al ataque".

El marcador de 28 años, quien en Porto apenas jugó veinte partidos y luego dejó de ser tenido en cuenta, consideró que su futuro "depende de mí. En lo personal es un paso importante porque voy a tener continuidad".

"Lo que me pasó en Portugal fue por un problema que tuve con el entrenador -explicó-. Espero llegar, jugar y lograr rápidamente el mismo nivel, aunque también sé que no es el mismo equipo, que muchos jugadores se fueron".

Reveló Ibarra que "me hace acordar mucho a cuando llegué a Boca. En ese momento, era un equipo que se estaba armando, había muchos que no venían jugando seguido".

"Casi no había estrellas -continuó- y todos soñábamos con salir campeón con la camiseta de Boca. Es tal vez la misma situación que puede llegar a vivir en este momento con los muchachos que llegaron o con los que están y quieren la gloria de nuevo. Es un lindo desafío".

En cuanto a su estado físico, admitió el formoseño, quien jugó por Boca desde el Apertura de 1998 hasta el Clausura de 2001 y ganó seis títulos, que "seguro que no me siento como en otro momento".

"Creo que en Portugal nunca pude estar a la altura del nivel que tuve en Boca -siguió-. Físicamente me sentí en un 40%. Pero haciendo una minipretemporada puedo llegar a recuperar lo que me falta. Necesito algunos días para ponerme bien".

Según Ibarra, en Portugal "el trabajo que se hacía no era nada con respecto al que realizábamos en Boca y el cuerpo se va acostumbrando a ese ritmo. Pero sé que me voy a poner bien porque hay algo que puede más: las ganas de jugar que tengo".

Interrogado sobre si puede favorecerlo jugar como lateral volante, de acuerdo con el esquema que está probando el entrenador Oscar Tabárez, consideró el formoseño que "puede ser, no tengo problemas en hacerlo".

"El mejor partido de mi vida fue de 8, jugando para Colón, contra Boca -apuntó en referencia a un triunfo santafesino en la Bombonera, en el Apertura de 1996-. Y en la Selección también me tocó vivir una experiencia similar, pero esa vez jugué como stopper derecho".