Interrogado sobre si siente que está para integrar la formación inicial de Boca, manifestó Bracamonte que "yo estoy bárbaro, pero eso lo decide el técnico. Si digo que sí, lo pueden malinterpretar".

En cuanto a los exámenes que tiene que rendir, señaló el cordobés que "los que sean necesarios. Yo nunca me imaginaba que iba a estar en este lugar; la gente me para por la calle y me saluda. Cuando la hinchada coreó mi nombre me dije: debo estar un poco loco".

Respecto de su competencia con Roberto Sosa, reciente incorporación y actual titular, apuntó Bracamonte que "es sana y no es sanata. Cuando terminó el partido (ante Estudiantes) fue el primero en venir a saludarme. Es un buen compañero y yo también lo apoyo".

Al preguntársele si le alcanza con ingresar en los segundos tiempos, respondió el atacante, en nota publicada hoy aquí por el diario La Nación, que "voy a estar para lo que el técnico me necesite. Estoy en Boca y tengo que tener siempre los pies sobre la tierra".

Acerca de si prefiere compartir la dupla de ataque con Marcelo Delgado o con Guillermo Barros Schelotto, aseguró Bracamonte que "para mí es lo mismo, y esto tampoco es sanata. Sin duda que en los partidos he demostrado que rendí mejor con el Mellizo, pero fue algo de casualidad. Con el Chelo también me siento muy bien".

Sobre las posibilidades de Boca en el presente torneo Apertura, comentó el delantero que "creo que va a pelear la punta hasta las últimas fechas. Hay un buen grupo que se ha formado en poco tiempo, pero tenemos mucha ambición. Pero es muy temprano para hablar de candidatos, más aún porque hay varios punteros y muy buenos equipos en la lucha".

Añadió que "están River, Independiente, los equipos rosarinos... Va a ser muy peleado todo. Pero si es por equipo, a mí me gusta cómo jugamos. El fútbol de Boca me entusiasma. Estamos muy bien".

Reveló Bracamonte que hasta hace poco viajaba en tren desde Remedios de Escalada hasta Constitución y luego en colectivo hasta La Boca, sobre lo cual afirmó que "no me molestaba para nada".

"Cargaba el bolso y me iba a entrenar como cualquier chico que no tiene plata para un autito; algunos me conocían cuando aparecía por los vagones, hasta que después me dio un poco de verg?enza", relató el delantero, quien ahora se mudó a un departamento de Barracas, a pocas cuadras de La Bombonera. Además, refirió que en sus comienzos, en Renato Cesarini, de rosario, actuaba como arquero.

"Todo tiene una explicación -prosiguió-. En el equipo había 16 jugadores y uno solo tenía condiciones para el arco. Y como yo no pegaba una, el técnico me dijo: mirá, pibe, de ahora en más vas a ser el arquero suplente. Y así fue: miraba los partidos desde el banco porque yo era un amargo".