Comizzo disintió de quienes lo ensalzan como en el punto más alto del rendimiento del equipo al decir que "como figura no me vi nunca", pero dejó abierta su pretensión de llegar al seleccionado argentino al decir que "así como nunca perdí mi ilusión de volver a River, tampoco voy a resignar el sueño de integrar la selección de mi país".

Basó sus chances de llegar en el hecho de que "estoy en el arco del equipo más importante del país y sé que los técnicos se fijan mucho en quienes están en un buen momento", aunque advirtió que los demás postulantes "también tienen sus méritos".

Hasta el momento parece que Germán Burgos, Pablo Cavallero y Roberto Bonano cuentan con las mayores posibilidades de integrar el seleccionado argentino en la Copa del Mundo de 2002.

Comizzo, Sebastian Saja y Gustavo Campagnuolo también aparecen con relativas chances, aunque el arquero de River también rescató las condiciones del pibe de Belgrano (Juan Carlos Olave), que ataja muy bien realmente, y el chico de Banfield (Cristian Lucchetti), que es un proyecto de gran arquero". Admitió que ambos arqueros tienen algún parecido con su estilo e insistió en señalarlos, junto con (Franco) Costanzo, su suplente en River, como "los arqueros con el futuro más grande en este país".

Ante una pregunta puntual de periodistas de la Radio La Red, que lo consultaron acerca de si para atajarle el penal intuyó la dirección del disparo de Sebastian Brusco, respondió que "sí, porque hizo la lógica, o por lo menos lo mismo que hubiera hecho yo en ese momento".

"Lo había visto muchas veces patear penales, pero pensé en el momento determinado del partido y en que él necesitaba asegurar el remate para lograr el empate. Por eso, es lo que haría yo, fuerte, cruzado, porque una cancherada le podía costar caro. Si ellos iban ganando dos a cero tal vez la colocaba suavecito al otro lado", expresó el arquero.

Admitió asimismo que el nivel de River no es óptimo a pesar de la punta "porque el equipo está apurado, y no por que alguien lo apure, sino porque se apura solo. Ayer, por ejemplo, ganábamos 2-1, debíamos mantener el control de la pelota para sacar al equipo contrario, porque Belgrano perdía y no salía, sino que nos seguía contraatacando".

"Estamos apurados, no se puede jugar al mismo ritmo al que se recupera. Si vamos ganando debemos manejar la pelota, moverla, pasarla para atrás, asegurarla y esperar hasta que se produzca el hueco", añadió.

"Ayer, en un momento ganábamos, pero parecía que íbamos perdiendo, nos apurábamos tal vez por querer darle el gusto a la gente, pero más que nada porque el equipo está así", añadió.

En cuanto a su continuidad en River, recordó que su contrato con el club vence el 19 de mayo, pero que si por él fuera "porque no depende de mí, me quedaría a vivir aquí". "Vamos a ver, no quiero anticipar nada", dijo en cuanto a su futuro, y recordó que su pase pertenece aún al Morelia, de México.

"Tengo buena relación con su presidente. Ellos se portaron muy bien conmigo en su momento, yo les plantée mi deseo de venir a River sin costo y dejaron todo en mis manos, no cobraron ni una moneda", recordó. "Pero hay que esperar, porque se trata de mexicanos, que son muy especiales", advirtió.

Ante una consulta final acerca de si lo sorprendió el remate del volante Maximiliano Rodríguez, que se tradujo en el gol de la derrota ante Newells Old Boys de la fecha anterior, Comizzo respondió que "yo la esperaba del otro lado".