Adelantó el entrenador que "la idea es incorporar uno o dos jugadores y quizás un tercero por Domínguez, que está lesionado. Está difícil porque para la pretemporada vamos a tener seis jugadores menos, y si Montenegro se pone bien lo pueden citar a la Selección también".

"Nosotros hicimos méritos para ganar este título en las primeras doce fechas -aseguró-; después se hizo más duro por las lesiones. Pero el único grande que nos ganó fue River. Nuestro equipo tuvo un gran amor propio, y si lo mantenemos"...

Recordó Gallego, en nota publicada hoy aquí por el diario Clarín, que "no fue lindo cuando tuve que dejar afuera a doce jugadores para que vinieran los que yo quería y algunos pibes de inferiores".

"No tuve ni tengo nada contra ellos -aclaró- y sé que algunos pueden estar enojados conmigo. Pero acerté, porque ninguno de los que se fue está descollando en algún equipo de acá o del exterior. Mi terapeuta un día me dijo: 'Usted ya lo salvó a Independiente. Estaba en la Promoción, lo puso primero, ya está'...".

Destacó el director técnico que "siempre le voy a estar agradecido a este plantel. Son unos pibes bárbaros, humildes, de Berazategui, de Bernal, de Rafael Calzada. El domingo que fuimos campeones varios se me acercaron en el vestuario, me dieron la mano, y en una de ésas viene Pusineri y me dice: 'Quédese tranquilo, que hoy vamos a jugar un gran partido y lo vamos a ganar'. Yo estaba preocupado porque habíamos perdido la memoria de jugar, que es lo peor que le puede pasar a un jugador".

"Yo venía de un golpe duro -añadió-, como es que te echen de un club tan importante como River. Me acuerdo de que me reuní en San Isidro con (Daniel) Grinbank y con (Andrés) Ducatenzeiler. Me dijeron que les llevase nombres y armé una carpeta con doce".

Reveló Gallego que "cuando la llevé, Ducatenzeiler me dice: 'Pero usted está loco, no podemos'. Y entonces yo me reí y le dije: 'Pero el barbeta (por Grinbank) sí puede. ¿O no?'. Y bueno, se empezó a armar la cosa. Llegaron cuatro, después se sumaron Castagno, Díaz, al final Pusineri, y los vi bien".

"Fuimos con un grupo a Necochea, con frío, lluvia, sufrimiento, y le dije al Profe que les diera con todo, que los dejara con la lengua afuera. Y empecé a descubrir cosas. La cantidad enorme de gente que sigue a Independiente, y que son fanáticos", apuntó.

Según el entrenador, "es impresionante. Yo sabía algo por Bertoni, que es amigo, por algún chico de la Selección. Y estuve bien, cómodo, y era otro desafío para mí ver cómo me sentía".

"Yo estaba viendo en las prácticas, cuando hacíamos táctica, que se estaba armando un equipo lindo. Pero cuando le hicimos cuatro a Racing supe que íbamos a pelear el campeonato. Porque ese día conseguimos lo más difícil: tener precisión en velocidad. Lo que decía Menotti, ¿te acordás? Me hacía pensar en el River del Bambino Veira, en el 86, cuando llegábamos cinco veces y metíamos cuatro goles", comentó.

Explicó Gallego que "yo siempre les digo que no sé si fui bueno malo como jugador, pero les cuento mis experiencias. Por ejemplo, un día los agarro a Castagno Suárez y a Bazán, y les digo: 'Ustedes no se tienen que comprometer con la pelota. Hay que cortar y pasarla. ¿Vos, ocho, Pusineri? ¿Querés atacar? Tomá, agarrala, andá'. Y están el diez, el nueve".