La policía no confirmó pero tampoco desmintió que se haya pagado por la liberación, como lo afirmaron personas cercanas a la familia del joven jugador de fútbol a medios de prensa.

Juan Román Riquelme, estrella del equipo boquense y considerado el mejor futbolista que milita en equipos argentinos en la actualidad, negoció telefónicamente con los secuestradores, quienes le llamaron varias veces a su teléfono celular.

Cristian, jugador de las divisiones juveniles del segunda división Platense, fue liberado hoy a unos 25 kilómetros al oeste de la capital argentina sano y salvo, sin que la policía participara en el asunto debido a que su hermano mayor no efectuó la denuncia.

Fuentes cercanas a la familia Riquelme dijeron hoy que Cristian se encontraba "en buen estado" cuando se reencontró con sus seres queridos, aunque "muy afectado emocionalmente" tras haber estado unas 30 horas con los ojos vendados en poder de sus captores.

El oficial de policía Aníbal Degastaldi, jefe de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de la localidad de San Isidro, indicó que el joven futbolista fue revisado por los médicos de esa fuerza y que su estado es "bueno".

Un amigo de Cristian Riquelme, Leo Sosa, aseguró que mientras estuvo secuestrado "fue tratado muy bien" y que "nunca fue golpeado" por los secuestradores, que no dejaron rastros tras cobrar el dinero exigido.

En un breve diálogo con los medios de prensa, el representante de Juan Román Riquelme, Marcos Franchi, dijo que "está todo bien" y pidió disculpas por no hablar más debido a que, dijo, tanto él como la familia Riquelme estuvieron dos noches sin dormir.

Una hora después del secuestro, ocurrido la noche del martes cuando Cristian estaba acompañado por tres amigos, uno de los captores de Cristian llamó al teléfono celular de Juan Román Riquelme y exigió una suma cercana a los 300.000 dólares para su liberación.

El jugador del Boca Juniors atendió la llamada en el hotel donde estaba concentrado con el equipo que el miércoles jugó con el Huracán y ganó 2-0, y se retiró a su casa.

Algunas versiones indican que la familia Riquelme pasó momentos muy duros debido a que entre la segunda y tercera llamada de los secuestradores a Juan Román Riquelme transcurrieron alrededor de once horas.

Durante ese lapso de tiempo, los medios de comunicación centralizaron sus espacios informativos en este hecho, lo cual hizo temer a los Riquelme que las negociaciones se interrumpieran.

Carlos Ruffo, representante legal de Juan Román Riquelme, dijo que el astro del Boca Juniors "está bien" y que se manifestó "ansioso por entrenarse mañana con el equipo" que el próximo domingo jugará con el Unión de Santa Fe en el estadio "La Bombonera" un partido correspondiente a la duodécima jornada del torneo Clausura.

Fuentes policiales comentaron que el secuestro de Cristian Riquelme podría haber sido cometido por "una banda experimentada" en este tipo de delitos, posiblemente vinculada a otros tres secuestros ocurridos en los primeros tres meses del año.

Juan Román Riquelme, de 23 años, tiene nueve hermanos, es el principal sostén de una familia de condición humilde y en 2001 estuvo muy cerca de pasar al Barcelona, de España, por veinte millones de dólares.