Nacido en Balcarce, Pavlovich empezó su carrera de jugador profesional en el Newell's Old Boys de Rosario, del que pasó al Racing, para aterrizar en el Saturn de la región de Moscú, el sexto club en la última temporada rusa.

El jugador se fue al club ruso con su sede en Rámenskoye, a 30 kilómetros al sudeste de Moscú, en calidad de cedido y con una opción de compra de 1.200.000 de dólares, por un plazo de tres años.

Alto y de pelo largo, el pasado día de San Valentín cumplió 25 años y hace apenas un mes llegó a Moscú para convertirse en el segundo futbolista argentino que apostó por la lejana y misteriosa Rusia.

El ex delantero del Racing de Buenos Aires siguió el ejemplo del defensa Gustavo Lillo, quien en verano pasado fue fichado por tres temporadas por el club Krilya Soviétov y ganó una plaza fija en el once inicial del equipo de la ciudad de Samara, a orillas del Volga.

"Los dirigentes del Saturn han ido a Argentina a ver algunos partidos y les han agradado las características de mi juego. En seguida han entrado en negociaciones y me gustó la idea de venir a jugar aquí", relató Pavlovich a Efe.

"Hemos hablado de lo económico en Argentina, nos hemos puesto de acuerdo y no más que hablar, sino venir y comenzar a jugar", añadió.

Después de casi un mes en el nuevo club, Nico confía que su etapa rusa será "una experiencia de vida muy importante", pues el fútbol aquí "va a progresar día a día" y Rusia "volverá a ser potencia".

"Soy joven y creo que era el momento para hacerlo, más aún que me habían dado buenas referencias del país, de un fútbol que quiere crecer", arguye.

El jugador llegó a Moscú en pleno invierno, pero ni el frío, ni las dificultades del idioma, ni la nueva comida parecen incomodarle. El clima "para mí es un poco frío y me acostumbraré también", afirma, aunque confiesa que ya está extrañando la primavera.

"Todavía los campos están muy feos, dicen que mejorarán con la llegada del verano", dice el jugador, después de ver jugar a su equipo sobre la nieve.

En cuanto al idioma, espera "de aquí a un tiempo superar esa barrera importante", pero ya ahora dice estar cómodo con sus nuevos compañeros, que "son gente muy cálida y eso hace que se sienta un poco menos la distancia que hay entre Rusia y Argentina", manifestó. En la plantilla del Saturn hay 20 rusos y 16 extranjeros, entre ellos dos brasileños y un peruano y "estos son mis compañeros", comentó Nico. Además, hay un ghanés que también habla el castellano y algunos rusos que hablan inglés, así que se defiende bastante bien con su inglés y puede dialogar con ellos.

Para Pavlovich, fanático del asado de tira, la cocina rusa, aunque "sí que es distinta, la verdad que es muy rica". "En este sentido estoy muy bien", dice, y destaca en especial las sopas rusas, que le parecen "riquísimas", y el pescado, que también le encanta.

Pero el idioma y el famoso frío ruso son nada para él en comparación con el tráfico en Moscú, la metrópolis de más de diez millones de habitantes, que a menudo queda paralizada por atascos kilométricos.

"Para moverme a Rámenskoye, he decidido inclusive dejar de vivir en Moscú y mudarme a una ciudad en la mitad de camino hacia la concentración", relató.

Entre los palmarés del Saturn se destaca su sexta posición en las dos últimas temporadas, y para la actual Liga el club, respaldado por las autoridades provinciales, planteó como meta la tercera, que le abriría el camino a la competición de la Copa de la UEFA.

"Me ha motivado y seducido el hecho de tener un desafío tan lindo como jugar en la Copa de la UEFA", resaltó Nico quien, sin embargo, no ha podido todavía debutar con la camiseta negriazul del Saturn debido a una lesión en la pierna izquierda.

En la primera jornada liguera el Saturn cayó ante el Zenit de San Petersburgo (2-1), pero se remontó en la segunda y ganó en casa frente al Torpedo-Metallurg de Moscú (2-0).

Pavlovich, quien siguió los dos partidos desde las gradas, afirmó que esos choques le convencieron una vez más de que en su nuevo club hay "grandes figuras" y que el equipo es capaz de conseguir los objetivos planteados.