Ya no es más el equipo de José

Pekerman oficializó su despedida del cargo de coordinador general de los seleccionados nacionales en una conferencia de prensa en la que habló de muchos temas pero no aclaró muchas cuestiones pendientes

BUENOS AIRES -- Inesperados, los aplausos sonaron fuerte en la sala de conferencias de prensa del predio que la AFA posee en Ezeiza.

En un acto de plena justicia, los periodistas supieron reconocer el balance altamente positivo de sus ocho años de trabajo y golpearon sus palmas mientras él, José Pekerman, agachaba la cabeza con la misma timidez que mostró aquel 3 de octubre de 1994, cuando se hizo cargo de los seleccionados juveniles.

Sonrió algunos segundos -en realidad, pareció que los utilizó para pensar qué decir ante el inesperado premio-, tomó aire y soltó: "Este momento quedará para siempre en mi cabeza". Después se levantó y se fue.

El cargo de coordinador general de los seleccionados nacionales había quedado vacante desde el lunes, cuando se cumplió su contrato, pero el hombre con eterna cara de tío bueno cumplió con el formalismo de hacerlo oficial.

Experto en el arte de hablar mucho y decir poco, Pekerman explicó que le dijo adiós a la AFA por razones de "desgaste y fatiga" no del todo precisadas y dijo que en el corto plazo prefiere descansar antes que trabajar, pero, en líneas generales, su hora de charla con la prensa se consumió entre evasivas y rodeos que de a ratos amenazaron con romper el pacto no escrito del ida y vuelta entre protagonista y periodistas.

"Decidí dar un paso al costado al margen de contar con todo el apoyo del Comité Ejecutivo de la AFA, empezando por Julio Grondona. Fue una decisión personal muy bien analizada, pero estoy poniendo una interrupción, una impasse, porque voy a seguir trabajando para ayudar al fútbol argentino. Lo que sí necesito es que la gente sepa que me voy feliz por las obras y las cosas realizadas", aseguró.

DESGASTADO Y DISPUESTO A DESCANSAR
Uno de los principales motivos de su alejamiento estaría relacionado con los continuos tironeos con los clubes europeos y nacionales para la cesión de jugadores. Al menos, eso es lo que dejaron traslucir sus palabras.

"Movilizar todo el andamiaje de las distintas selecciones produce un desgaste. A veces se dan situaciones de tirantez difíciles de manejar. Es una mediocridad pensar, como decían algunos: '¿para qué le vamos a dar a éste jugador a Pekerman si ya ganó muchos torneos?'", dijo, aprovechando para pegar algún palo.

¿Aceptará Pekerman alguno de los tantos ofrecimientos que seguramente le deben estar realizando para dirigir, más allá de que él mismo dijo que no tiene conversaciones "con nadie"?

"Por el momento no estoy pensando en dirigir, y tampoco sé si llegado el caso lo haré en juveniles o en mayores. Son cosas que ahora no puedo responder", se excusó, echando por tierra las expectativas de más de un notero ávido de frases fuertes.

Pekerman se puso firme cuando se le preguntó si, en tanto cabeza del proyecto Bielsa, aceptaba como un error el hecho de enfrentar a la prensa por primera vez recién tres meses después del Mundial de Corea y Japón.

"El tema de las explicaciones de lo que sucedió con el equipo las hizo Bielsa. Yo no podía responder a una situación de juego. Siempre hemos manejado esa situación respetando los roles de cada uno. Y me parece que yo estuve en los lugares en los que tuve que estar", sentenció.

Vestido con un elegante traje de color beige y corbata al tono, utilizó el inicio de la conferencia para enumerar, unos tras otros, la gran cantidad de aspectos positivos que dejó su gestión: desde las continuas mejoras que llevaron a que el predio de la AFA se transformara en un centro deportivo de primer nivel, a las posibilidades de mostrarse en los seleccionados que tuvieron los chicos de casi todo el país, pasando por "la creción de un archivo con más seis mil reproducciones de partidos de selecciones", hasta los tres títulos mundiales alcanzados con el Sub 20.

Los méritos de Pekerman son innegables, pero en algún momento dio la sensación de que esa necesidad manifiesta de dejar constancia de todo lo bueno que hizo respondió a un interés suyo por remarcarle sus conquistas a quienes en su momento lo cuestionaron.

Ante la atenta mirada del entrenador del seleccionado de voleibol Carlos Getzelevich y su ayudante, Waldo Kantor, quienes están concentrados en Ezeiza con el seleccionado de voleibol, Pekerman recordó sus objetivos de base: "Las metas fueron siempre construir y proyectar. Bajo esos dos lineamientos, siempre buscamos los logros deportivos, pero al mismo tiempo, una estructura que los sostuvieran".

¿Cabe alguna duda de que lo consiguió con creces, más allá de derrapes notorios como la frustración en Corea y Japón, a la que calificó como "un resultado nefasto", y de no haber podido clasificar para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 a aquel Sub 23 en el que compartieron cartel nada menos que Pablo Aimar, Javier Saviola y Juan Román Riquelme?

Reveló que, después del Mundial, Marcelo Bielsa le dijo: "Si vos me autorizás, voy a sentarme a conversar con Grondona el tema de la renovación". Contó que, "más allá de que a él le hubiera gustado otra cosa", Grondona "sabía que no iba a pasar de ser coordinador de selecciones a técnico" en reemplazo de Bielsa.

Se molestó cuando alguien le comentó que la mayoría de la gente valora su trabajo pero hay quienes piensan que es "un cobarde" porque declinó dirigir al seleccionado tras la ida de Daniel Passarella.

Propuso "defender la cultura del trabajo" para que el seleccionado mayor logre "los resultados que está en condiciones de obtener".

Se lo notó particularmante orgulloso cuando contó que el "setenta y cinco por ciento de los jugadores que pasaron por las selecciones juveniles están jugando en Primera, ya sea en el país o en las diferentes ligas del mundo".

Y no se cansó de reiterar: "Siempre voy a estar a disposición de la Selección".

En estos ocho años, Pekerman consiguió tal vez más de lo que él mismo se propuso y se fue. Con la frente en alto y un discurso poco esclarecedor, pero sabiendo que la historia del fútbol argentino le tiene reservado un lugar de privilegio entre quienes hicieron cosas importante para mantenerla en alto.

-DYN

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