Gorosito dijo que ésta será su "carta de presentación como técnico en el fútbol argentino" y que espera "dejar la mejor imagen posible".

Sus ayudantes de campo también fueron futbolistas de renombre, Gustavo Zapata y Jorge Borelli. "Quiero un fútbol simple, de ataque. En el fútbol hay dos formas de jugar, bien o mal y no hay muchos que tengan más equipo que Chicago", aseveró.

El apodado "Pipo" dijo que anhela que sus nuevos dirigidos "pierdan los miedos" y que se convenzan de que "están en la mejor profesión del mundo, que están todo el dia al aire libre y que más no puede pedir uno".

"En las buenas y en las malas, toda la responsabilidad será nuestra y los jugadores podrán así soltarse y jugar sin presiones", añadió.

Gorosito expresó que desea que "los jugadores de Chicago recuperen la alegría de jugar al fútbol" y adelantó que hablará con el ex entrenador renunciante Francisco Ferraro "para ponerme al tanto de muchas cosas que me podrían servir de mucho".

El flamante técnico asume en una situación futbolística delicada, ya que Chicago está antepenúltimo en el torneo Apertura con apenas siete puntos producto de un triunfo, 4 empates y 5 derrotas, la última el domingo pasado 3-1 ante el escolta River.