"Me preocupa el hecho de que nosotros mismos, no por presión del rival, fuimos víctimas de nuestra propia presión. Estuvimos muy revolucionados, nos faltó paciencia para buscar las bandas, el uno contra uno y eso es producto de la situación en la que nos encontramos", justificó Aguirre.

El entrenador osasunista trataba de analizar los fallos cometidos y advirtió que su equipo estuvo precipitado durante los noventa minutos: "No estuvimos tranquilos de tres cuartos hacia adelante, cómo si tuviéramos obsesión por ganar desde el primer minuto", dijo.

"Nos faltó tranquilidad ofensiva y eso hizo que tuviéramos llegada, pero no cómo el equipo debe llegar", puntualizó.

Aguirre es consciente de que las prisas son malas consejeras y recordó que todavía queda mucha Liga por delante: "Estamos a dos puntos de la salvación y hay noventa en disputa. Queda demasiada Liga y estamos a una victoria de dos equipos que, ahora mismo, son nuestro objetivo", insistió.

"Hay que tener tres equipos abajo, es por lo que estamos peleando desde el principio de la temporada y hay que salir lo antes posible de esta situación", subrayó.

Pese a la delicada situación clasificatoria, Aguirre recordó que el Osasuna es un equipo que ya sabe lo que es estar en puestos de descenso: "Por historia, en los últimos años, el Osasuna ha estado en la zona baja de la tabla y se sabe manejar en estas situaciones. Hoy vi al equipo tranquilo, aunque también molesto por no haber ganado en casa", precisó.

"Faltan 90 puntos y estamos a dos de la salvación. Estamos a una victoria de pasar a dos rivales y ésta sí es nuestra Liga, con esos equipos. Por eso es una lástima que perdiéramos contra un rival directo", comentó Aguirre.