Como es habitual los días después de los encuentros, la plantilla se ejercitó suavemente, analizó los 'pros' y 'contras' de lo sucedido sobre el terreno de juego y sólo los futbolistas que no jugaron se ejercitaron a un nivel exigente.

Van Gaal, que fue confirmado en su puesto por segunda vez en un mes, habló con sus jugadores y cedió el testigo en el entrenamiento a su ayudante, Andries Jonker, quien fue el encargado de dirigir la sesión que tuvo lugar en el Camp Nou.

El técnico participó anoche en una reunión de urgencia en la que inicialmente estuvieron el presidente, Joan Gaspart, el director general, Xavier Pérez Farguell, y el directivo Amador Bernabéu. Después participaron los jugadores y entre todos decidieron que todo iba a quedar como estaba, así como que no se iba a hacer ninguna contratación en la apertura del mercado invernal.

Al término del entrenamiento de hoy, Xavi y Bonano, los dos jugadores que hablaron hoy con los periodistas, volvieron a ofrecer el mensaje de unidad y la necesidad de confiar plenamente en el entrenador para salir del atolladero en el que se encuentran.

"La situación es muy mala, sobre todo porque teníamos depositadas muchas esperanzas en el encuentro ante el Valencia", dijo Xavi, quien explicó que se debe ser "realista" y apeló a la unidad de todos los barcelonistas para salir adelante.

"Ya no tenemos margen de error y sólo nosotros somos los culpables de la situación por la que estamos atravesando", comentó el canterano, quien insistió en que Louis van Gaal es "un buen entrenador para este club".

Xavi agregó que todos los componentes de la plantilla confiaron en Van Gaal desde el primer momento. "Pensamos que él no es el culpable", insistió. El organizador admitió que no ganar encuentros es "un desastre" y considera que, a pesar de todo, se debe ser positivo. "Sé que no se puede ser optimista, pero sí ser positivo, porque la gente confiará en nosotros si les damos motivos", indicó.

No está de acuerdo con la afirmación de que la plantilla está desaprovechada y considera que lo único que ocurre es que "las cosas no salen bien". Roberto Bonano cree que "de nada sirve lamentarse" y aseguró que la solución pasa por ganar el próximo domingo en el partido contra el Celta de Vigo.

"Hay que ser responsable de lo que cada uno hace y, con vistas al futuro, trabajar y luchar hasta el final y dar la cara si se pierde", comentó el meta. El argentino está convencido de que el problema no estriba en la ausencia de calidad en la plantilla, sino en lo complicado que supone mantener el nivel.

"Cuando los resultados no se dan, eso es muy difícil conseguir. El estado anímico es importante, eso te da confianza, cosa que ahora mismo no tenemos", agregó.