"Los partidos son cada vez más complicados y conseguir desequilibrarlos es muy difícil. Será como dos buenos jugadores de ajedrez. Creo que veremos un partido poco vistoso, pero eso no significa que no será bueno. Tendrá más connotaciones tácticas", explicó Benítez.

El técnico madrileño, sin embargo, desea que su equipo realice un buen partido en El Madrigal y que consiga la victoria en un estadio donde nunca ha ganado en campeonato de Liga. "Me gustaría ver un Valencia que ganase y jugase bien. Soy positivo. Las estadísticas malas están para romperlas. Esperemos ganar por fin en ese campo", comentó el técnico, quien apeló al mismo argumento para romper la sequía goleadora de los dos últimos partidos a domicilio.

Las numerosas bajas con las que el Valencia afronta el partido no preocupan a Benítez, quien reconoció que "ha llegado la hora del banquillo", en referencia a las rotaciones que hizo famosas la pasada temporada y que condujeron a su equipo hacia el título de Liga.

"Es el momento de que los jugadores que menos juegan demuestren el nivel que tienen. El que salga al campo tiene que dar el cien por cien", comentó el preparador valencianista, quien reconoció que en la presente campaña ha empleado un equipo titular de manera más continuada que el pasado año.

Benítez considera que las bajas no restan trascendencia a este duelo regional, del que dijo que "ojalá se repita muchos años en la máxima categoría". "Este partido tiene muchos alicientes, pese a las bajas habrá sobre el campo buenos jugadores. Esperemos que se convierta en un clásico", añadió.