El humillante 1-5 con que el Madrid resolvió el pleito en la capital balear despejó cualquier duda sobre el potencial de una plantilla plagada de astros, incluido Ronaldo, velocísimo y letal en los últimos metros.

Además, ese abultado marcador se une al 0-4 conquistado por el Atlético de Madrid, otro visitante de la capital de España que le pasó por encima a los hombres que dirige Gregorio Manzano.

El Mallorca ha vuelto a pisar tierra firme tras haberse acomodado en las nubes durante nueve jornadas, y todo el trabajo de Manzano consistirá, a partir de ahora, en intentar recomponer la maltrecha moral de su plantilla.

Los "rojillos" no podrán contar con su máximo goleador, el uruguayo Walter Pandiani la próxima jornada ante la Real Sociedad, ya que fue expulsado ante el Madrid.

En el seno del equipo también siguen lamentando las bajas por lesión de cuatro de sus defensas: Olaizola, Cortés, Niño y Lussenhoff, aunque estos dos últimos se encuentran en un fase muy avanzada de su recuperación.

La orden en el Mallorca es olvidar cuanto antes el 1-5 ante el Madrid -"perdimos ante un equipazo" resumieron la mayoría de jugadores- y velar armas para la conquista de próximos objetivos.