"Es muy bueno estar al borde de los 37 años y ser pretendido por uno de los mejores clubes del mundo", declaró en el aeropuerto de Río de Janeiro. Romario, cuyo contrato con el Fluminense venció el pasado 25 de diciembre, no aclaró su futuro pero sí dijo que seguirá jugando.

"Mi pasaje por el Barcelona fue muy feliz, pero no sé exactamente cuál es la intención de ellos ni tampoco si hay algo de oficial en todo lo que se dice", adujo. El delantero cumplirá 37 años el próximo 26 de enero y fue en la temporada que acabó el máximo anotador en Brasil por segunda vez consecutiva y tercera en los últimos cuatro años.

Dijo que su apoderado, Luis Moraes, es el responsable de negociar su futuro y, aunque aclaró que el Fluminense "no tiene prioridad", se reunirá con la directiva de ese club en los próximos días para conocer su oferta.

Explicó que "el dinero ya no es lo más importante" en su carrera y que sólo pretende seguir jugando, ya que es lo que más disfruta y desea hacerlo, al menos, durante otras dos temporadas.