Hubo un destello de "azzurro"

A pesar del carácter amistoso del empate ante Turquía y de los cuatro debutantes, Italia mostró algún síntoma de recuperación con respecto a las muy pobres exhibiciones anteriores

CHOQUE DE FRENTE
Fabio Cannavaro (derecha) se lleva por delante a Mark Iuliano, mientras que el turco Emre Belozoglu se escapa camino a anotar el gol de su selección
(Reuters)
ROMA -- La Selección italiana de fútbol hospedó a su similar de Turquía en la ciudad de Pescara, ubicada sobre la costa del Mar Adriático. El encuentro fue bastante agradable, y el resultado final de 1 a 1, fijado por los goles marcados en el primer tiempo por Emre Belozoglu y Christian Vieri, fue justo.

LA ASTUCIA DEL VIEJO TRAP
Si alguien pretendía decidir el destino del entrenador Giovanni Trapattoni con este partido, evidentemente cometió un grosero error. El veterano técnico desarmó la "bomba" ya desde el momento de las convocaciones, llamando a varios debutantes y demostrando así que en su interpretación el partido tenía como única justificación la posibilidad de experimentar y probar nuevos jugadores, y que de ninguna manera él vivía la ocasión como una clásica "ultima playa".

En efecto, el entrenador se ganó con su astucia y su experiencia el derecho de jugarse la permanencia en un partido oficial, y es realmente lo mínimo que un hombre con su trayectoria se merece.

De cualquier manera, el partido cayó en el momento menos oportuno - tres días antes de un trascendental clásico milanés, que podría ser fundamental en la lucha por la punta - y le opuso a la Selección italiana un adversario para nada cómodo.

En efecto Turquía, más allá del excelente tercer puesto obtenido en el Mundial de Corea y Japón, es un equipo sólido y eficiente, que además se presentó en Pescara con la formación ideal y con la firme decisión de revertir una estadística absolutamente negativa ante Italia, con 7 derrotas y un empate en 8 encuentros.

En un marco de este tipo, el empate fue un resultado valioso para Trapattoni, porque Italia encaró el encuentro con una seriedad poco usual en partidos amistosos, porque los seis debutantes - cuatro lo hicieron como titulares y otros dos ingresaron en el segundo tiempo - cumplieron con creces y se ganaron el derecho a otras oportunidades, y finalmente porque la Azzurra mostró algún destello de buen juego en un partido que fue correcto desde el punto de vista disciplinario, como un amistoso tiene que ser, pero que ambos equipos quisieron ganar y que por eso se jugó "en serio".

PARTIDO VERDADERO EN EL PRIMER TIEMPO
Obviamente, el primer tiempo fue el más indicativo, porque luego ambos técnicos utilizaron con abundancia a los suplentes y el nivel del juego se desdibujó bastante.

En esa primera etapa, Turquía aprovechó bien su organización más aceitada y el mayor entendimiento entre sus hombres, ya que como quedó dicho se presentó con todos los titulares de su mejor formación posible en la actualidad.

Por el contrario, Trapattoni recurrió a las "caras nuevas" por necesidad, ya que varios jugadores fundamentales, como Francesco Totti, Alessandro Nesta, Francesco Coco, Christian Panucci, Marco Materazzi y Damiano Tommasi, sólo para nombrar a los titulares seguros, no pudieron responder a la convocatoria por lesión.

Sin embargo, posiblemente eso no haya sido un mal, porque fueron justamente los nuevos, empujados por el entusiasmo y las ganas de aprovechar de la mejor manera la chance que les era ofrecida, quienes sostuvieron el juego de la Selección italiana y mostraron las cosas mejores sobre el terreno de juego.

Antonio Di Natale, el delantero de Empoli que lidera la tabla de goleadores junto a personajes mucho más reconocidos como Del Piero, Totti y Vieri, fue seguramente el que más se lució, pero también Carlo Nervo - el volante de Bologna fue el autor de la asistencia a Vieri por el gol del empate - y el volante central de Chievo Simone Perrotta cumplieron con excelentes actuaciones, algo todavía más valioso si se considera que casi toda la zona media del equipo era inédita.

Por el contrario, las peores cosas se vieron en defensa, donde tanto Fabio Cannavaro cuanto Mark Iuliano parecieron bastante distraídos, y entre los volantes el más experimentado, Luigi Di Biagio, fue el que peor rindió.

Para la ocasión Trapattoni recurrió a un clásico y "cuadrado" esquema 4-4-2, pero los turcos encontraron algún espacio entre las espaldas de Di Biagio y los centrales defensivos y de ahí llegó el gol de Emre, con una percusión vertical realmente muy bonita, cerrada con un certero disparo de izquierda en el ángulo superior derecho del arco defendido por Gianluigi Buffon, que sin embargo contó con la "complicidad" de defensores siempre con un instante de retardo en los cierres.

En el segundo tiempo el ingreso de Massimo Ambrosini por Di Biagio y los de Nicola Legrottaglie y Matteo Ferrari como pareja central en defensa mejoraron muchísimo la situación, y prácticamente Turquía no llegó más con peligro, mientras que Filippo Inzaghi y Marco Di Vaio desaprovecharon tres ocasiones clarísimas para aguantar el triunfo.

TRAPATTONI Y UN FUTURO INCIERTO

Entre tanto, Gales ganó en Azerbaiyán - por 2 a 0 - en el marco del grupo de calificación para el Europeo de Portugal 2004, y ahora lidera con puntaje ideal - 9 puntos, con tres partidos jugados y ganados - delante de Italia (4 puntos en tres partidos) e Yugoslavia (también 4 unidades pero con dos encuentros disputados).

Eso significa que Italia deberá ahora ganar todos los partidos que juegue para clasificar, y ni siquiera así el primer lugar del grupo, el único que garantiza la clasificación directa, estará asegurado, en el sentido que podría tener que jugar el desempate reservado a los segundos.

Los meses que faltan para el próximo compromiso oficial - ante Finlandia el 12 de marzo, en Italia - ofrecen una única ocasión para volver a juntar el plantel, el amistoso del 12 de febrero ante otro cliente difícil, Holanda (que el miércoles le ganó por 3-1 a Alemania).

En fin, como se ve la situación es bastante complicada, y no se ven claramente las soluciones posibles. Por ejemplo, una de las razones por las que Trapattoni no fue despedido por la Federación italiana hasta ahora es que no hay unanimidad de consensos para la elección del eventual sustituto.

De cualquier manera, como ya quedó dicho, la trascendental trayectoria de Trapattoni merece el máximo respeto, y a esta altura de los acontecimientos hasta desde el punto de vista deportivo parece más prudente encarar lo que queda de la clasificación europea sin cambios de timonel.

Por otra parte, el 2002 fue un año desastroso, pero el verdadero punto de inflexión puede fácilmente ubicarse en la eliminación en octavos de final del Mundial ante Corea, un partido que fue demasiado polémico como para descargar toda la responsabilidad del fracaso mundialista sobre las espaldas del técnico.

Luego de esa enorme desilusión, era infantil creer que el curso de los triunfos pudiera volver a tomarse inmediatamente, como si nada hubiera sucedido. El segundo semestre del 2002, entonces, también fue malo, pero quizás el período necesario para absorber el Mundial haya terminado ante Turquía, y por lo menos ningún objetivo real está definitivamente perdido.

Como pudo verse en Pescara, Italia sigue teniendo un plantel de estrellas que puede aspirar a cualquier triunfo, y detrás de los titulares existe una amplia posibilidad de elección, con un grupo de 10 o 15 jugadores en condición de vestir la camiseta azzurra sin desentonar.

Trapattoni y su grupo de jugadores, en otras palabras, se merecen la oportunidad de tener su revancha. Si el objetivo de la clasificación europea no se logra, entonces habrá llegado el momento de que una "escoba nueva" haga limpieza.

En ese caso, por lo menos, el entrenador más titulado de Italia habrá caído en batalla, como los grandes generales de la Historia, sobre el verde césped de una cancha, y no apuñalado por la espalda, como Julio César, en los oscuros corredores del Palacio.

VITO DE PALMA es italiano pero ha desarrollado gran parte de su carrera periodística en la Argentina, donde trabajó, entre otros lugares, en el diario Clarín, de Buenos Aires. Actualmente es corresponsal en Italia del SportsCenter Latino y columnista de ESPNdeportes.com.

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jueves, 21 de noviembre