INTER PERDIO PERO SIGUE PUNTERO

Internazionale de Milán cayó inesperadamente en su propio estadio, al ser vencido por 2 a 1 por Udinese. Christian Vieri había puesto en ventaja al equipo dirigido por el técnico argentino Héctor Cúper en el comienzo del partido, pero los visitantes lo dieron vuelta con un golazo de Martín Jorgensen y otro de Roberto Muzzi, cuyo remate fue desviado en forma decisiva por Francesco Coco.

Fue realmente un balde de agua fría para los punteros, que a pesar de esta primera derrota de la temporada no perdieron el liderazgo. Sin embargo, con 22 puntos, ahora su ventaja es de apena una unidad sobre Juventus, el campeón saliente, y se mantiene de tres sobre el Milan.

De todas maneras, se viene ahora un ciclo terrible para Cúper y sus muchachos, que el martes deberán por lo menos empatar en el Amsterdam Arena, ante Ajax, para pasar a la segunda fase de la Champions League, el sábado visitarán a Roma y el fin de semana siguiente tendrán que franquear el clásico ciudadano ante los primos de Milan.

Es difícil explicar lo que pasó: Inter jugó de la misma manera que en otras precedentes ocasiones, es decir un fútbol poco vistoso pero con mucha dinámica y concentración. Quizá el gol tempranero de Vieri – tercer minuto de juego – los haya traicionado desde el punto de vista anímico, ya que realmente el partido pareció cerrarse casi sin haber comenzado. Udinese tomó el control del balón y comenzó a llegar con peligro, sin que Inter se despertara. El golazo de Jorgensen – un disparo de derecha desde el vértice izquierdo del área, que se incrustó en el ángulo superior derecho del arco de Toldo – tampoco modificó la tónica del encuentro, e Inter pareció despertarse tan sólo luego de haber pasado en desventaja con un gol de Muzzi, quien perfectamente lanzado por el chileno David Pizarro disparó de derecha desde unos 20 metros y contó con la preciosa complicidad de Coco, ya que el defensor desvió el envío en manera decisiva.

Faltaba media hora: había entonces tiempo suficiente para enderezar el rumbo. Sin embargo, el furibundo asalto de los locales no entregó los frutos deseados, y Vieri desperdició una ocasión clarísima sobre el final del encuentro.

Quizá Inter haya pagado, ante Udinese, algunos episodios afortunados que la favorecieron anteriormente. De cualquier manera, nada está comprometido, como demuestra la primera posición en la tabla.

JUVENTUS GANO UN PARTIDO FUNDAMENTAL

Con una media hora de fútbol espectacular, con presión en toda la cancha y un ritmo de juego elevadísimo, Juventus venció en el Comunal de Turín a Milan por 2 a 1, con goles de Marco Di Vaio y del francés Lilian Thuram. Andrea Pirlo transformó un penal y descontó para Milan.

Ya en precedentes ocasiones, fundamentalmente ante Chievo, había quedado claro que el juego vistoso y elegante de Milan sufría mucho ante una agresión basada en la presión y la velocidad. El entrenador de Juventus, Marcelo Lippi, planeó entonces un inicio explosivo de su equipo, y encontró la clave del partido mandando a Pavel Nevded sobre Pirlo, para presionarlo y bloquear así el arranque del circuito futbolero de los rivales.

La movida tuvo un éxito espectacular, porque de dos pelotas perdidas por Pirlo nacieron contraataques devastadores que terminaron en los goles de Juventus. Carlo Ancellotti se apuró en cambiar el esquema, corriendo a Massimo Ambrosini al centro, a lado de Pirlo, pero ya era demasiado tarde. Milan volvió a abrir el partido con el gol de penal antes de que se acabara la primera etapa, pero en el segundo tiempo no obtuvo nada más que un dominio estéril, sin llevar peligro real hacia el arco de Gianluigi Buffon.

También hay que decir que, si bien Rivaldo fue el mejor de los suyos, su posición le resta espacio a Manuel Rui Costa, y Filippo Inzaghi queda demasiado solo arriba. En efecto, en los últimos minutos ingreso Andrij Shevchenko en lugar de Rui Costa, y Milan fue más peligroso, pero ya era demasiado tarde para salvar el resultado. Juventus, por su parte, demostró que cuando dispone de su equipo titular es capaz de jugar a un ritmo realmente infernal, para luego controlar el partido gracias a la defensa más fuerte del torneo.

De cualquier manera, ambos equipos siguen prendidos en la lucha, y todavía faltan 25 partidos, una eternidad...

SUBE CHIEVO, BAJA LAZIO

La noticia más evidente entregada por la novena fecha es que Chievo está de vuelta. Si el año pasado el simpático equipo de Verona asombró a todos, en esta temporada lo realizado hasta aquí tiene aún mayor valor, porque el plantel perdió a elementos valiosos como Bernardo Corradi, Manfredini y Eriberto (ahora se supo que Luciano es su verdadero nombre) y además ya todos le conocen y no puede contar con el factor sorpresa.

Chievo consiguió su cuarta victoria consecutiva, al golear por 4 a 1, con goles de Federico Cossato (un doblete), Daniele Franceschini y Simone Perrotta, a la mejor Atalanta del año, que se había puesto en ventaja con un gol de Luigi Sala. Con este resultado Chievo alcanzó la cuarta posición, junto a Lazio con 18 puntos, a cuatro unidades de los punteros, y es el mejor interprete de esta nueva tónica del campeonato italiano, ya que sus puntos son productos de 6 triunfos y 3 derrotas, sin empates. Todo esto sin abjurar de su estilo de juego: velocidad por ambos carriles, defensa alta que trata de dejar a los adversarios en posición adelantada permanentemente, circulación de pelota precisa y rápida, gran ritmo, dinámica en toda la cancha y vocación ofensiva permanente, aún con el resultado ya asegurado.

Atalanta, por su parte, está última junto a Como, con apenas 4 puntos, y la permanencia del entrenador Giovanni Vavassori al timón del equipo está ligada a un hilo muy delgado.

Lazio pudo haber aprovechado las caídas de Inter y Milan para ubicarse en la tercera posición, pero se dejó frenar en casa por Parma, con un insípido empate sin goles. El serbio Sinisa Mihajlovic erró un penal – también había errado ante Roma, con esos cuatro puntos de más Lazio estaría puntera – pero el árbitro les había perdonado la vida a los locales cuando, luego de la expulsión de Fabio Liverani por un tonto gesto de reacción – tiró la pelota en la cara de un adversario, con tanta mala suerte que la carambola terminó en el rostro del propio referí –, no sancionó con la debida tarjeta roja una falta violenta y grosera de Paolo Negro, que hubiera dejado a Lazio en 9 hombres a la merced de Parma.

EL RESTO DE LA FECHA

Roma tampoco supo aprovechar las caídas de los primeros para descontar puntos valiosos, y empató por 1 a 1 en Piacenza, luego de ponerse en ventaja con un gol de Antonio Cassano y desperdiciar, con el mismo jugador, la más clara de las ocasiones para cerrar la historia. "Gol errado, gol subido", y Enzo Maresca no pudo eximirse de hacer cumplir la más antigua ley del fútbol, transformando brillantemente un tiro libre desde el borde del área. Roma hasta tuvo suerte, porque Darío Hubner malogró un penal, tirando la pelota un metro afuera.

Roma quedó en la sexta posición, con 15 puntos al igual que Bologna y Módena, y tendrá ahora tres semanas terribles: el martes debe por lo menos empatar ante AEK de Atenas para seguir en la Champions League, el sábado recibe a Inter, y luego deberá visitar a Parma y hospedar a Juventus. Sin contar que Francesco Totti sufrió un esguince de rodilla y está en duda para los próximos encuentros.

Bologna recuperó a sus delanteros, Giuseppe Signori y Julio Cruz, y ambos fabricaron el triunfo ante Como: al argentino le cometieron penal, y Signori lo transformó en el gol del 1 a 0 definitivo. Los dirigentes de Como protestaron muchísimo por el arbitraje, pero el penal fue evidente y Como es un equipo sin ataque y muy frágil en defensa.

Módena dio otro golpe como visitante, al vencer por 1 a 0 a Reggina con un gol de Rubens Pasino. Módena también no conoce el empate, ya que sus 15 puntos son producto de 5 victorias – 3 como visitante – y 4 derrotas. Reggina, a pesar de estrenar técnico – Luigi De Canio tomó en la semana el lugar de Bortolo Mutti -- sigue sin encontrar el rumbo, y está anteúltima con 5 puntos.

Empoli está haciendo un campeonato increíble: no logra ganar en casa (un empate y 4 derrotas) pero ganó los cuatro compromisos como visitante. Esta vez venció por 2 a 0 a Brescia, con goles de Antonio Buscé y Antonio Di Natale. El partido fue equilibrado, y luego de la ventaja visitante, obtenida cuando faltaban apenas 8 minutos, Roberto Baggio desperdició un penal que valía el empate. Luego, en tiempo de descuento, un veloz contraataque de Di Natale selló el marcador.

En Perugia, el equipo dirigido por Serse Cosmi venció a Torino por 2 a 1, con el gol decisivo del brasileño Zé María, quien transformó un penal en el final.

LOS LATINOAMERICANOS

En Inter sólo Javier Zanetti mereció una amplia suficiencia. El argentino fue el único que no cayó en hibernación luego de la tempranera ventaja, pero esta vez no logró contagiar a sus compañeros. El colombiano Iván Córdoba no entregó nunca la acostumbrada sensación de seguridad, y tiene que agradecerle a Jorgensen, quien lo volvió loco pero erró un par de goles elementales. Matías Almeyda ingresó con el equipo ya en desventaja, y empujó mucho, pero sin orden y sin ideas. Alvaro Recoba tuvo un partido para el olvido: no brilló nunca, y ni siquiera regaló alguno de sus increíbles disparos. En los últimos 20 minutos ingresó también Hernán Crespo, y sólo dejó una seguridad: tuvo que estar desde el comienzo.

En Udinese, la tarea de Nestor Sensini fue prodigiosa, y el veterano defensor fue, sin dudas, el mejor jugador en la cancha. Vieri se volvió loco, porque Sensini le ganó siempre limpiamente. El chileno David Pizarro fue el arquitecto del triunfo, porque le escondió la pelota a los volantes rivales, y la hizo aparecer donde más dolía: con un poco más de dinámica, sería un fenómeno. El colombiano Gonzalo Martínez fue el responsable del gol de Vieri, porque dejó que Morfeo tirara el centro en absoluta comodidad. El mismo Morfeo se encargó de sacarlo del partido, sobre la media hora, con una falta descalificadora que merecía la tarjeta roja y que le provocó una distorsión de rodilla: el árbitro ni siquiera amonestó...

En Juventus, una de las claves del triunfo fue la tarea de Mauro Camoranesi por el carril derecho: como será que Ancelotti, en el entretiempo, lo sacó a Kakha Kaladze en camisa de fuerza – el argentino lo volvió loco – y corrió a Paolo Maldini sobre ese lateral.

En Lazio, Claudio López volvió a entregar preciosas asistencias a sus compañeros, pero nadie, esta vez, las transformó en goles. En la segunda etapa, ingresaron Diego Simeone y Juan Pablo Sorín, y ambos fueron decisivos para que el equipo aguantara el empate con un hombre de menos y hasta se volviera peligroso: Simeone, de hecho, tuvo el triunfo en su cabeza, pero el disparo salió desviado.

En Roma, Walter Samuel cumplió su tarea con la acostumbrada firmeza, y por suerte esta vez ningún compañero decidió suicidarse. El uruguayo Gianni Guigou no jugó bien en la posición de lateral izquierdo, y encima fue el que cometió el penal: Hubner le salvó la vida despejando al córner...

En Piacenza, el colombiano Johnnier Montaño sembró el pánico en la defensa romanista, pero tuvo mala suerte, porque sus gambetas endiabladas y sus corridas se estrellaron siempre sobre una pared llamada Samuel.

En Bologna, Julio Cruz volvió apenas una semana después de una intervención quirúrgica a la retina, y aún así cumplió y se procuró el penal decisivo.

En Brescia, el costarricense Gilberto Martínez tuvo otra buena tarea, tanto en el aspecto puramente defensivo cuanto en la salida y construcción del juego.

Por último, Federico Magallanes ingresó en el segundo tiempo, y cambió la cara de Torino: debió ser empleado desde el inicio.

LA PROXIMA FECHA

En tanto, el torneo sigue derribando récords: por ejemplo, se lograron en estas primeras 9 jornadas 28 triunfos externos, cifra jamás alcanza antes. Además, las victorias de los visitantes superan ampliamente los empates totales (16), algo realmente muy raro en Italia y que demuestra claramente la voluntad de todos, grandes y pequeños, de ir a buscar los tres puntos sin conformarse con el único tanto entregado en caso de igualdad.

En la tabla de goleadores, Totti y Vieri lideran con 8 unidades, seguidos por Del Piero y Filippo Inzaghi con 7.