UNA RODILLA CAPRICHOSA
Gabriel Batistuta se sienta detrás de la larga mesa en la sala de prensa de Trigoria, el predio de la Roma que se encuentra unos 30 kilómetros a sur de la ciudad, y toma un largo trago de agua. El jugador, que por estos días no se está entrenando por una lesión al ligamento colateral externo de la rodilla derecha, viene de brindar otra conferencia de prensa, para los colegas italianos, en una habitación cercana. De esta manera, hoy sus esfuerzos para la comunicación son, lamentablemente, mayores que los que realiza sobre el verde césped de una cancha.

Sin embargo, luce bien: tranquilo, sereno, descansado. Y dispuesto a responder la bordada de preguntas que el periodismo está ansioso de dirigirle. Se comienza, obviamente, por la lesión.

- Gabriel, esa rodilla derecha te tiene loco. . .

- Sí, es realmente una lástima. El domingo a la mañana me declararon oficialmente curado de la lesión anterior al tendón, y de hecho yo ya desde un par de partidos lograba jugar sin preocuparme ni pensar en ella. Y aparece este otro problema. Mala suerte.

- ¿La lesión fue accidental o producto de un movimiento instintivo para protegerte de la lesión anterior?

- No, absolutamente casual. Se trabaron los tapones en el suelo mientras yo pasaba el peso del cuerpo hacia adelante. Por suerte, no fue tan grave, en dos o tres semanas más estaré otra vez en la cancha.

- ¿Te operarás en junio, luego del campeonato?

- No sé, lo haré sólo si será necesario. Como decía, el tendón ya estaba bien antes de esta nueva lesión, y este descanso obligado no podrá que hacerme bien, así que espero que no sea indispensable.

- Todo esto debe tenerte muy molesto. . .

- Lo que más me molesta es no poder entrenar nunca como se debe, y estar jugando todo el tiempo al 50 por ciento de mis posibilidades. Esperemos estar a pleno por la recta final del campeonato.

EL SUEÑO DEL GOLEADOR: EL CAMPEONATO
Ahí está la palabra clave de esta temporada del Batigol: el campeonato, el bendito scudetto que, a pesar de la enorme cantidad de goles anotados en los 10 años transcurridos en Italia, todavía el gran goleador no ha podido alcanzar. Y que pesa en su alma como una gran deuda pendiente y a la vez se transforma en su gran sueño, en su objetivo inmediato.

- Gabriel, este parece el año bueno para lograr finalmente el título. . .

- Si, éste es el año. El equipo está fuerte, compacto, y ya demostró que puede ganar que yo esté o no en la cancha. Creo que estamos para campeones, pero obviamente esto es muy difícil: acá alcanza con perder un partido y ya tenés el aliento de los demás sobre la nuca. Claro que los adversarios esperan un nuestro bajón, pero no está escrito en ningún lado que eso deba pasar. Las crisis nacen en la cabeza antes que en los pies, y yo creo que de la cabeza estamos muy bien, concentrados y humildes.

- En muy poco tiempo te has transformado en el ídolo máximo de la hinchada, y está claro que la "inyección argentina", porque no hay que olvidar a Samuel, que está jugando muy bien, ha sido fundamental para el despegue del equipo.

- Es verdad, pero no olviden a Emerson, que también llegó este año y viene con todas las ganas de triunfar, es un muchacho que tiene las ideas muy claras y un gran talento. Con respecto a lo de "ídolo", yo creo que llegué justo en un equipo que se estaba armando para lograr el título, no creo honestamente que la buena campaña dependa de mí sólo. Claro que los hinchas se fijan en el que hace los goles, y esto obviamente me favorece.

-¿Cuál va a ser más difícil, el clásico ante la Lazio o el partido en Turín frente a la Juventus?

- El partido contra el Inter el domingo. El partido más difícil es siempre el que viene. Nosotros hemos elegido tener un campeonato como protagonistas, y hay que aceptar que todos los partidos son finales, que el título se alcanza fecha por fecha: es la única manera de lograrlo.

- Volviendo a la lesión, hay un mal antecedente: hace dos años te lesionaste mientras la Fiorentina estaba puntera, y cuando volviste ya la punta estaba lejos, y nunca más la agarraron?.

- Sí, es un mal recuerdo, pero nada más que esto. La Roma es muy diferente, es un equipo con un plantel mucho más amplio, como decía puede ganar perfectamente sin mí, como de hecho ya ha pasado. Es diferente el plantel y especialmente la sociedad: aquí las cosas se hacen de otra manera, totalmente distinta.

LA SELECCIÓN Y SUS COMPAÑEROS
Obviamente, no podía faltar el tema Selección, a tan sólo dos días del hermoso triunfo argentino en la misma ciudad que lo tiene de ídolo. En los medios italianos, en los días previos al partido y ante la noticia de que Batistuta no había sido convocado, flotaba la sensación de que el goleador y su club le hubiesen pedido al cuerpo técnico argentino estar sólo cuando fuese realmente necesario, para poder perseguir en plenitud de condiciones el sueño "tricolor" del scudetto.

La primera pregunta sobre el tema Selección, entonces, sirvió para tratar de despejar esa duda.

- Gabriel, entre esta lesión y la prioridad que tiene la carrera al título italiano, queda la sensación que en los partidos de las Eliminatorias que se jugarán hasta junio no estarás. . .

- No sé por qué dicen esto. Seguramente perderé el encuentro con Venezuela, por la lesión, pero por los demás compromisos yo estaré a disposición del cuerpo técnico, como siempre hice, me parece haberlo demostrado con creces. Jugar un partido más por mes no puede afectar mi rendimiento en el campeonato, especialmente si estoy bien físicamente.

- ¿Cómo viste a la Selección?

- Como me esperaba: muy bien. Me parece que este proyecto de Marcelo Bielsa está demostrando desde hace rato que funciona y crece muy bien. Yo estaba seguro de que iban a jugar un gran partido. Quizás pudo sorprenderme un poco la actitud de los italianos, uno se esperaba que pusieran algo más de orgullo en la cancha, pero creo que de cualquier manera la prueba de la Selección fue excelente, más allá de cuanto hicieron los adversarios.

- ¿Qué te pareció lo de Hernán Crespo?

- Me parece que lo de Crespo no es ninguna novedad, es un gran jugador que está haciendo cosas muy buenas aquí y en la Selección. No todos pueden darse el lujo de tener dos goleadores de este nivel para elegir, y es bueno saber que si no está uno el otro cumple y hace goles, es una tranquilidad muy grande para todos.

-¿Creés que podrían jugar los dos juntos?

- A mí me ha tocado muchas veces en mi carrera jugar con otro delantero con mis mismas características, y hasta lo hicimos bien, pero el entrenador no era Bielsa. Como poder, creo que se podría, pero no pienso que esté en las ideas del técnico este tipo de esquema.

- ¿Y cómo lo viste a Pablo Aimar?

- Muy bien también. (aquí Batistuta se toma una pausa de reflexión, al punto que muchos piensan que la respuesta ha terminado: pero no es así). Demostró mucha personalidad, en una cancha y contra un rival difícil. Tiene muchas cualidades técnicas, y con la personalidad que demostró tendrá la posibilidad de aprovecharlas a pleno.

Es todo. Batistuta se levanta, toma otro trago de agua, ya que su garganta no está acostumbrada a tantas palabras, sino más bien a los gritos de gol. El tiempo de muchos apretones de manos, de saludos, de algún autógrafo, y Batistuta ya no está.

Dejando en el aire una sensación muy fuerte: lesión o no, este parece ser el año bueno para coronar su sueño "tricolor". Luego, seguramente, habrá tiempo para el otro objetivo: el campeonato Mundial.

Dos galardones que coronarían perfectamente una carrera sensacional.