Una medida con alcances polémicos

El bloqueo a los nuevos jugadores "no comunitarios" pone fin a casi año y medio de total libertad y paraliza algunas de las actuales negociaciones de las nuevas contrataciones de los clubes italianos

ROMA -- El bloqueo a los nuevos jugadores "no comunitarios", acordado por el consejo directivo de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) y que afecta a los clubes profesionales, pone fin a casi año y medio de total libertad y paraliza algunas de las actuales negociaciones de nuevos fichajes.

El acuerdo, que afectará a las series A (primera división), B (segunda) y C (segunda B) y que atañe a los nuevos futbolistas "no comunitarios", permite a cada club inscribir a un solo jugador con dicha consideración desde hoy y hasta el próximo 31 de agosto.

Después de dicha fecha no se permitirá la inscripción de jugador "no comunitario" alguno que no esté actualmente militando en el fútbol italiano. La limitación se mantendrá también en el caso de que un club traspase o ceda a uno de los que ya tiene en sus filas, pues no se le permitiría cubrir su hueco con un "no comunitario" llegado desde fuera de sus fronteras.

Sin embargo, los clubes italianos podrán inscribir en el periodo hábil permitido a los "no comunitarios" que ya jueguen en las series A, B y C italianas (se estima que son unos 450 futbolistas) sin, de momento, límite alguno.

La medida pone fin a la total libertad de inscripción de jugadores que duraba desde el 4 de mayo de 2001, cuando, también por decisión del consejo directivo de la FIGC, abrió sus fronteras "sin excepción" a cualquier jugador y abolió la normativa que fijaba en cinco el número de "no comunitarios" para cada club de la máxima categoría.

Una decisión que fue adoptada tras la denuncia presentada en su momento por los clubes Milán, Lazio, Inter, Udinese, Sampdoria y Vicenza, que solicitaron, así como varios de sus jugadores "no comunitarios", la abolición de la norma. Además, apagó en parte el escándalo del "caso de los pasaportes falsos".

Pero más que el asunto de los pasaportes falsos, la abolición de las fronteras a los "no comunitarios" se debió a las sentencias que en su día emitieron varios tribunales civiles, los cuales fallaron favorablemente en casos de denuncias realizadas por jugadores y clubes por no serles permitida su inscripción.

Los dos casos más notorios fueron los del futbolista camerunés Ekong y del baloncestista estadounidense Jeff Sheppard. A ambos, distintos tribunales civiles les dieron la razón ya que, al tener todos los papeles en regla, como trabajador se les debía reconocer el derecho al trabajo por encima de cualquier reglamentación deportiva que imponga un "techo" en el número de extranjeros.

Asimismo, los tribunales conminaron a las federaciones para que haga efectivo el fallo y sean inscritos "sin límites" Sin embargo, tras año y medio de total libertad de fichar, se vuelve a poner una limitación en el fútbol italiano. Y la culpa de ello la tiene también la legislación civil.

Ahora es por la aprobación, el pasado jueves, de forma definitiva por el Senado italiano de la nueva ley Bossi-Fini sobre la inmigración, que respeta los contratos en vigor de los trabajadores "no comunitarios" en Italia, pero pone límites a la entrada de personas de fuera de la Unión Europea y fija unos cupos.

Cupos que también atañen al mundo del deporte, pues el Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI) deberá decidirlos y fijar el número de "no comunitarios" por disciplina deportiva que puedan jugar en Italia.

La medida ha sido bien acogida por casi todos los clubes y, sobre todo, por la Asociación de Futbolistas Italianos. Casi la única excepción ha sido la del Udinese, que se ha mostrado "perplejo", algo lógico en un club que se distingue por ser el que más busca fuera de sus fronteras y cuyas divisiones inferiores están plagadas de africanos y suramericanos.

Pero lo más llamativo de la medida aprobada es que se paralizarán casi de forma inmediata muchas de las negociaciones que estaban manteniendo los clubes para reforzar sus plantillas. Contactos con el protagonismo de un gran número de "no comunitarios" y que ahora deberán pasar el necesario "filtro" de uno solo por club.

Así, por ejemplo, el Lazio tendría que decidirse por el brasileño Rivaldo (Barcelona) o por el argentino Juan Sebastián Verón (Manchester United), pues éste último, al estar aún inmerso en un proceso judicial por la aparente falsedad de su ciudadanía italiana, debe ser inscrito, de ser fichado, como "no comunitario". Los dos, según lo aprobado hoy, no pueden serlo.

El Perugia, por su parte, entre otros mantiene contactos con los japoneses Miyamoto, Toda y Yanagisawa, con el argentino Demichelis, el nigeriano Christophe o el norteamericanos Mathis. Deberá decidirse por sólo uno de ellos.

Ahora, el fútbol italiano, pues, vuelve a poner límites a los "no comunitarios". Pero, eso sí, nuevos. Y es que, curiosamente, se puede dar el caso de que un club pueda estar integrado por entero con jugadores con dicha consideración, si éstos ya están jugando en Italia.

-EFE

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