La decisión, según acaba de anunciar Sergio Campana, presidente de la Asociación Italiana de Futbolistas (AIC), durará de momento hasta el 31 de agosto, fecha en que termina el primer periodo que los clubes disponen para la inscripción de jugadores.

Sin embargo, el sentir de los componentes del consejo federativo es que se prolongue durante toda la temporada 2002-03, por lo que la decisión se podría también aplicar en enero, cuando durante unos días se vuelve a abrir el periodo de inscripción.

Según lo acordado, cada club podrá inscribir, junto con las que ya tiene en su plantilla, un nuevo jugador "no comunitario", limitación que se mantendría también en el caso de que una entidad traspasase o cediese a uno de los que ya tiene.

Hasta ahora, en virtud de una decisión adoptada por el consejo directivo de la FIGC, desde el 4 de mayo de 2001 los clubes podían inscribir el número de jugadores "no comunitarios" que deseasen.

La decisión fue adoptada ese día tras la denuncia presentada en su momento por los clubes Milán, Lazio, Inter, Udinese, Sampdoria y Vicenza, quienes solicitaron, así como varios de sus jugadores "no comunitarios", la abolición de la norma. Además apagó en parte el escándalo de los pasaportes falsos.

Ahora, el fútbol vuelve a poner límites a los "no comunitarios". Y lo hace en virtud de la nueva ley Bossi-Fini sobre la inmigración, aprobada de forma definitiva el pasado jueves en el Senado italiana, que pone límites a la entrada de personas fuera de la Unión Europea y que se espera tenga ya su aplicación el próximo agosto.