Según informó el jueves la policía, tres ladrones entraron el miércoles en las oficinas del estadio Adriático de Pescara (centro) donde está previsto que el próximo día 20 se dispute un encuentro amistoso entre ambos países.

Tras agredir a uno de los operarios que intentó evitar el robo, los delincuentes se apoderaron de 70.000 euros en metálico y de otros 30.000 en entradas.

A continuación los ladrones huyeron del recinto en un coche robado que abandonaron poco después por otro vehículo.

Se da la circunstancia que mientras se produjo el robo en la puerta del estadio se encontraban numerosos aficionados que hacían cola para comprar sus entradas y junto a ellos, miembros de la policía que controlaban que no hubiera ningún incidente.

Ninguno de ellos se percató de lo que estaba sucediendo en el interior de las oficinas del estadio Adriático.