La decimotercera jornada de la máxima división italiana, a falta del Chievo Verona-Bolonia (19.30 gmt), se inició con quince minutos de retraso como medida de protesta de los jugadores ante los últimos actos violentos sufridos.

Pero, sobretodo, con el repentino fallecimiento del médico del Atalanta, Walter Polini, en el hotel de concentración y cuando los jugadores iban en el autocar hacía el campo. Por ello, fue aplazado el partido que debía jugarse en terreno del Torino.

La jornada bien es verdad que tuvo su mayor peso en la noche del sábado, pero no lo es menos que su resultado más sorprendente ha llegado en su etapa dominical. Y es que en Brescia se presentaba un Juventus invicto, con 17 puntos de diferencias sobre su hoy rival, sabedor de lo acontecido anoche y, con ello, de que su triunfo le permitía igualar al Milán en el liderato, dejando atrás al Lazio y al Inter.

Pero los pronósticos favorables al Juventus quedaron rotos. Sobre el campo apareció un equipo turinés, con Alessandro del Piero en el banquillo para darle descanso ante la próxima cita europea, sin lucidez e incapaz de saltar a un Brescia ordenado y con más aspiraciones defensivas que ofensivas.

El Brescia, con el "ex-juventino" Roberto Baggio menos activo de lo habitual, puso presión, orden y contragolpe. Y ello le bastó ante un Juventus desconocido. Es más, ya con Del Piero sobre el campo (m.55), fue cuando más daño hizo un equipo bresciano que empezó a matar a su rival con un tanto de cabeza del austríaco Markus Schopp (m.78). El tanto encajado dio rabia al Juventus, pero también ataques alocados, sin orden y dejando espacios defensivos libres. En uno de estos contragolpes, el Brescia volvió a golpear, a matar el partido en su favor, con un tanto del albanés Igli Tare (m.85).

Poco importó que poco después el Brescia se quedará en diez, por expulsión del brasileño Matuzalem (m.87),o que el cera siete minutos de ren. El Juventus de hoy era impotente y dio un paso atrás ante un Brescia que supo plantarle cara parando los puntos fuertes del rival y que sumó tres importantes puntos en su lucha por abandonar la zona peligrosa. Parma y Reggina se vio precedido por un inusitado interés japonés, ya que era el desafío entre los nipones Nakata (parmesano) y Nakamura (reggino). De ahí, que más de una cincuentena de periodistas, de una veintena de fotógrafos y más de un millar de aficionados llegaran desde el Japón expresamente para asistir al encuentro.

Al final, con Nakata y Nakamura en paridad, el gran triunfador fue el brasileño parmesano Adriano, autor de los dos goles (m.57 y 78) del triunfo del Parma (2-0). Una victoria que mantiene a los emilianos en zona UEFA, pero que a sus rivales le deja antepenúltimo. Dos tantos anotados de penalti, ejecutados por el chileno Marcelo Pizarro (m.16) y, sobre todo, por Vincenzo Iaquinta (m.91), dieron el sufrido triunfo casero al Udinese sobre el Empoli (2-1). Los locales habían igualado con Vannucchi (m.23).

Empates sorprendentes, pues los locales eran claros favoritos, se registraron en los partidos Perugia-Piacenza (0-0), con un palo para cada equipo en los instantes finales, y Módena-Como (1-1), con tanto local de Sculli (m.73) y visitante del croata Sasa Bjelanovic (m.88).