¡A puro corazón!

El Guadalajara necesitaba ganar por tres goles de ventaja para igualar en el marcador global y acceder a la Liguilla

Por RAÚL GUZMÁN

Y la hazaña se cumplió, esa en la que pocos creían, esa que siempre estuvo en la mente de los jugadores, esa que tiene hoy a Chivas en la Liguilla y todo fue logrado a base de ¡puro corazón!

Cruz Azul llegaba a la cancha del Jalisco como el Goliat, con las apuestas y la lógica a su favor por la gran ventaja en el marcador de la ida, pero en la lucha se topó con un David rojiblanco, un equipo que como el Ave Fénix resurgió de las cenizas y lo hizo con la fuerza de un valiente, con el ánimo de un guerrero y con la fe de un ganador.

El Guadalajara necesitaba ganar por tres goles de ventaja para igualar en el marcador global y acceder a la Liguilla por la mejor posición en la tabla, justo lo que consiguió al derrotar a La Máquina 4-1.

En la cancha quedó tendido el digno rival, que con todo y su cansancio casi inhumano y su gran proeza de llegar mucho más lejos de lo que marcaban los pronósticos, ayer no supo dar el último paso y se despidió del torneo local, aunque con la firme convicción de regresar a casa con los laureles internacionales de avanzar en la Copa Libertadores.

Como si el guión de la historia hubiera sido escrito por un mago del suspenso, la hazaña rojiblanca adquirió mayor valor, pues en los albores del encuentro, justo cuando los de casa asomaban su intención de ir por todo, una mala decisión del árbitro y un infantil error de Héctor Reynoso se conjugaron para que los visitantes se pusieran en ventaja con el cobro magistral de un penalti por parte de Francisco Palencia.

La mayor parte de los 50 mil aficionados presentes en el éstadio Jalisco presagiaban lo peor, pero no contaban con la astucia del chiverío. Dos minutos después del duro golpe azul, Joel Sánchez encendió la velita de la esperanza al rematar con convicción un tiro de esquina y con el gol hacer olvidar el mal inicio.

Como un huracán, el rebaño se lanzó con el corazón por delante para conseguir una ventaja que les permitiera irse al descanso con una diferencia menor y poder remontar en el complemento, pero ¡oh sorpresa!, no fue uno, sino dos los goles rojiblancos.

Primero un penalti señalado por Abramo Lira, por cierto con un mal trabajo, le permitió a ñmar Bravo mandarla al fondo y cuando el cronómetro ya rayaba en el final, Jhonny García le pegó a un balón desde afuera del área con más fe que dirección y con la fortuna de un roce, el esférico se anidó angustiosamente ante la mirada incrédula de Óscar Pérez.

él Jalisco se caía de la locura desatada en sus tribunas, mientras los azules descargaban su frustración reclamándole al silbante.

El resto de la historia podría resumirse en una jugada. Servicio a Jaír García en res cuartos de cancha, autopase del delantero, potencia en la carrera y un disparo cargado de rencor, ganas y corazón. Chivas estaba en la Liguilla y los intentos de Cruz Azul hacia el final, la expulsión de ñsorio, la bronca que se armó, todo quedó para el anecdotario, porque lo único que importaba era que el milagro se consumó y el Guadalajara está invitado a la fiesta, en la que ahora le toca bailar con el Morelia.

-Récord


 ENVÍALO | MÁS ENVIADOS

Chivas vs Cruz Azul
lunes, 26 de mayo
Portada