El "galáctico" se perdió en el espacio

Real Madrid, el que rompió el mercado mundial con el fichaje de los mejores jugadores, acabó superado por la convicción del Juventus, el máximo exponente italiano, que se atrevió a desbancar al campeón

MADRID -- El Real Madrid "galáctico", el que rompió el mercado mundial con el fichaje de los mejores jugadores, acabó perdido en el espacio, superado por la convicción del Juventus, el máximo exponente del fútbol italiano, que se atrevió a desbancar al campeón, al club que ha sido referencia mundial en los últimos años.

El Juventus, de la mano del checo Pavel Nedvev, apagó el fulgor del conjunto madridista, y mostró el rostro humano de unos jugadores a los que se les había recubierto de un halo de imbatibilidad, desde que Ronaldo completó el "repóquer" (junto a Raúl, Zidane, Figo y Roberto Carlos), el 31 de agosto.

Fue, entonces, casi en la madrugada del 1 de septiembre, cuando el presidente madridista, Florentino Pérez, fichó al brasileño Ronaldo, cuando comenzó a gestarse el apelativo de "galáctico", un elogio que pronto se volvió una carga.

Porque desde el entrenador, Vicente del Bosque, hasta la mayoría de los componentes de la plantilla, han tratado de rebelarse, sin éxito, contra él.

"Los que dicen eso de galácticos son los mismos que luego te bajan a la tierra. Somos humanos y también podemos perder", había profetizado Iván Helguera, mientras que Del Bosque se cansó de recordar que su equipo siempre huyó de la prepotencia.

"Mucha gente habla en plan 'vacilón' de los galácticos y otros, siempre lo dicen en tono irónico. Entre los aficionados y en la prensa puedo entenderlo, pero también hay profesionales que lo hacen y eso me parece peor. Nosotros siempre hemos obrado con prudencia y jamás hemos hecho ni una sola declaración con prepotencia", comentó.

Sus declaraciones cayeron en el vacío. El Real Madrid, que había juntado a los jugadores con mayor tirón del mundo, apuntaba ahora hacia David Beckham y nadie le creía sus desmentidos.

De nada sirvieron sus derrotas en la Liga (4) o la eliminación en la Copa del Rey frente al Mallorca, porque en el momento decisivo, cuando se deciden los títulos, todo apuntaba a que haría valer su imagen de "galáctico". Era líder destacado de la Liga y se había vuelto a exhibir en Old Trafford, adonde juró volver para la final.

Sin embargo, el infortunio y las carencias de juego que había ocultado bajo el poder ofensivo de su plantilla le acabaron por desarmar.

Primero fue la repentina apendicitis de Raúl, pero el Madrid pasó el examen frente al Manchester sin notar la ausencia de su jugador más emblemático. En el momento preciso, encontró al Ronaldo más efectivo, el mismo que se proclamó campeón del mundo en junio.

Los tres goles en Old Trafford y el logrado en el partido de ida frente al Juventus hicieron que Ronaldo se ganase el aprecio definitivo de una afición que, hasta entonces, había escrutado con lupa cada actuación.

Ronaldo volvía a ser el "fenómeno" y no había que temer, aunque el resultado del partido de ida de la semifinal (2-1) le dejase expuesto a la eliminación.

Sin embargo, Ronaldo se lesionó en ese partido y el conjunto de Vicente del Bosque descubrió, de pronto, cuánto dependía de su fichaje "estrella".

Los días previos y hasta los minutos que antecedieron al comienzo del encuentro contra el Juventus, la participación de Ronaldo centró toda la atención, hasta ocultar el esperado regreso de Raúl y la vuelta de Zidane y Figo, a los que se reservó el fin de semana anterior.

En el momento decisivo, el campeón continental, que había comenzado a perder la confianza tras perder el liderato en la Liga, necesitaba imperiosamente al "fenómeno" para llegar a la final y, así, se sintió huérfano hasta que Ronaldo no entró en el campo, en el segundo tiempo.

Ni Raúl, ni Zidane, ni Roberto Carlos, ni Luis Figo habían frenado la euforia del Juventus, que había decantado la eliminatoria en el primer tiempo con dos goles.

Salió Ronaldo y forzó un penalti, pero la noche no estaba para gestas madridistas y el lanzamiento de Luis Figo no hizo sino agrandar la figura del meta Gianluigi Buffon.

El Real Madrid sufrió una derrota en "blanco y negro", porque sus jugadores vieron multiplicados por todo el campo los colores del equipo de Marcello Lippi.

Los "galácticos" se sintieron perdidos en el espacio, en la distancia que separa a un equipo que comenzó a dudar, tras ceder demasiados puntos en la Liga española, de otro que se sintió reforzado por su condición de campeón en Italia.

-EFE


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