El conjunto de Javier Irureta, que ya tuvo que lidiar la pasada temporada frente a equipos como el Manchester United, el Bayer Leverkusen, el Juventus o el Arsenal, tendrá nuevos motivos para demostrar que se ha asentado entre la jerarquía europea.

Sus rivales serán dos de los "grandes" del continente, el Bayern Munich y el Milán y el Lens, un conjunto francés que basa su juego en la aportación de los futbolistas senegaleses, una de las sorpresas del Mundial.

El Bayern poco tiene que ver con el de la temporada anterior, cuando se sintió envejecido y cerró el año sin títulos. Ha fichado bien y ofrece un juego más espectacular, gracias a la aportación de Michael Ballack, la nueva estrella de la fútbol germano, del brasileño Zé Roberto y del joven Sebastian Deisler.

El Milán regresa a la Liga de Campeones con el fichaje del verano, el brasileño Rivaldo, lo que no le ha impedido sufrir hasta el último minuto de la ronda previa, frente al modesto Slovan Liberec, al que eliminó por el valor doble del gol marcado por Pippo Inzaghi en la República Checa. Rivaldo volverá a Riazor, desde donde se catapultó al estrellato mundial.

El Lens ya no cuenta con el mejor jugador africano El Hadji Diouf, traspasado al Liverpool, pero mantiene a casi la mitad de la selección senegalesa que sorprendió en el Mundial de Corea-Japón 2002.

El Barcelona, que habitualmente ha lamentado su mala fortuna en la primera fase, se vio favorecido en esta ocasión por un sorteo amable, ya que ni Galatasaray, ni Lokomotiv de Moscú, ni Brujas deberían cuestionar la clasificación del equipo de Louis van Gaal.

El Galatasaray es un viejo conocido del Barcelona, al que ya se ha enfrentado en otras tres ediciones de la Liga de Campeones, la última el año pasado, cuando un agónico gol de Luis Enrique, en el Ali Sami Yen, le dio al conjunto blaugrana el pase a los cuartos de final.

El Lokomotiv, líder del campeonato ruso y que fue goleado en el Bernabéu el pasado año, y el Brujas, que trata de salir del abismo en el que ha caído el fútbol belga, uno de los más aburridos de Europa, con una plantilla plagada de internacionales, no son rivales de gran entidad.

El sorteo también ha sido propicio para el Manchester United, justo en la edición en la que albergará la final, en el estadio Old Trafford. El conjunto de Alex Ferguson, el único que se ha atrevido a romper el mercado con el fichaje del central Rio Ferdinand por 48 millones de euros, está obligado a llegar hasta las últimas instancias, después de tres años de decepciones.

El Bayer Leverkusen, debilitado tras vender a Ballack y Zé Roberto, el Olympiakos griego y el Maccabi Haifa israelí no deberían discutirle el primer puesto a los "diablos rojos". El actual campeón, el Real Madrid, y el ganador de la Liga española, el Valencia, tampoco pueden quejarse.

El equipo de Vicente del Bosque repite frente al Roma de Fabio Capello, con quien arrancó la pasada temporada, precisamente el 11 de septiembre, mientras el mundo seguía conmovido por los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York.

Para alegría de los supersticiosos, el Real Madrid comenzará esta Copa de Europa en el mismo estadio donde empezó la conquista de la "novena", el Olímpico de Roma, el próximo 17 de septiembre. El AEK de Atenas y el Genk, dos modestos europeos, no ensombrecen el futuro del campeón continental.

El Valencia celebrará su regreso a la máxima competición, en Mestalla y frente al Liverpool de Gerard Houllier, su máximo rival por delante del Spartak de Moscú ruso y del Basilea suizo, que aporta como máximo logro la eliminación en la ronda previa del Celtic Glasgow.

Del resto, destaca el grupo A, donde jugará el campeón inglés, el Arsenal, jugará contra el campeón alemán, el Borussia Dortmund, y el PSV Eindhoven de Guus Hiddink, con el Auxerre francés como posible víctima.

El Inter de Milán, cabeza de serie del grupo D, tendrá como máximo rival al Ajax de Ronald Koeman, por delante del Olympique Lyon, el campeón francés, y del Rosenborg noruego, un modesto acostumbrado a colarse entre los mejores.