Golf
Ignacio Colombo 7y

Grandes figuras en la recta final de la FedEx Cup

Los mejores golfistas del mundo son muy jóvenes: el promedio de los cinco punteros de la FedEx Cup es de 25 años. Y como cualquier joven, se frustran, se alegran, se esperanzan, festejan o se lamentan...

¿Qué sentirá hoy Dustin Johnson, por ejemplo? Hace una semana estaba primero en la FedEx Cup. Seguramente tenía sensaciones agradables, luego de ese desempate soñado frente a Jordan Spieth en el Northern Trust. Allí lució su juego, su marca registrada, la potencia y la sutileza. Sin embargo, siete días más tarde hay dudas. Las propias y las ajenas. Las de aquellos que se preguntan en qué momento DJ empezará a ganar todo lo que juegue.

Para Johnson, las canchas tienen muy pocos par cincos. Sus segundos tiros en esos hoyos difícilmente sean con algo más que un hierro 6 o un hierro 5. Es demasiada ventaja. Son entre tres y cuatro golpes menos por vuelta. Pero la mente es todo en los grandes deportes, y es difícil lograr que solo le transmita al cuerpo señales positivas.

Johnson ganó el año pasado el BMW Championship, no en esta cancha, pero en las mismas circunstancias. No le alcanzó para llevarse la FedEx Cup: quedó segundo detrás del campeón, Rory McIlroy. Si se despierta a tiempo y despliega su mejor golf, DJ no tendrá rivales.

Jordan Spieth es otro misterio. Así como el músculo es de Johnson, no caben dudas de que la cabeza más fuerte del golf mundial está sobre los hombros de este joven tejano. ¿Qué pensamientos recorrerán hoy esa mente privilegiada? ¿Será confianza? ¿Será duda? Ver jugar a Spieth es, a veces, como ver a un niño mal criado. Le cuesta aceptar en la cancha que las cosas puedan ir mal. Se queja, se habla a sí mismo, tarda demasiado. Pero luego sorprende a todos cuando, ya fuera del campo, revela su costado maduro, y es capaz de explicar con la mayor sencillez y humildad las cosas que le ocurren. Confirma en ese entorno, con mucha intimidad, lo que ya todos saben: es un jugador distinto, y sus resultados no dejan la mínima duda.

¿Hasta dónde llegará Spieth? Quién lo sabe. Hasta ahora demostró que los Majors están hechos para él, y que puede ganarlos y perderlos de forma igualmente dramática y sorpresiva. ¿Será el sucesor de Jack Nicklaus, el gran “Oso Dorado”? Es muy posible.

Justin Thomas es el otro joven brillante. Difícil decir qué transmite el juego de este indudable fenómeno del golf. Pero él está seguro, él sabe que está llamado para algo grande y lo demuestra bastante seguido. Es potente y es valiente. Es un condimento perfecto para un momento en el que el golf mundial no tiene un sabor definido, ni un líder claro. Nadie se sorprendería, sin embargo, si Thomas se transformara en la gran estrella de los próximos 10 años. Tiene todo para serlo.

Jon Rahm, con solo 22 años, parece haber salido de la galera de un mago. Hace un año no estaba en el radar de nadie, y de repente es claramente un astro. Tiene, este gigante vazco, algo de sus ídolos más admirados, Seve y el Chema. Ya no hay dudas de que su futuro es grande y que ganará Majors. ¿Será este su momento?

Hideki Matsuyama, es otro enorme talento. Esa pausa interminable que hace en lo alto del backswing se parece a la del guerrero Samurai que prepara un golpe certero y mortal. Ya pudo verse en esta temporada de lo que es capaz este joven nipón.

Se viene la semana del BMW Championship, que se juega en Lake Forest, Chicago. De los cinco punteros de la FedEx Cup, solo Jordan Spieth está razonablemente al día con sus sueños de grandeza. Ventaja para el tejano. Pero el golf no es justo ni predecible en estos días. Cualquiera que esté iluminado puede dar un golpe y llevarse los 10 millones de dólares del premio mayor.

Los Playoffs arden en la punta con estrellas de gran calibre. ¡El show debe continuar!

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