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Niemann tiene a Latinoamérica a lo más alto del Memorial

El chileno comparte el liderazgo con el estadounidense Stanley. Getty Images

“Empece a jugar al golf a los cuatro años”. “La primera vez que vi a Tiger en la TV tenía seis años”. Estas fueron algunas de las respuestas del joven jugador chileno Joaquín Niemann en la conferencia de prensa que, en su condición de líder del Memorial Tournament, brindó al cabo de los 68 golpes (-4) que empleó en la segunda ronda para un total de -11.

La vuelta de Niemann comenzó con una seguidilla de pares. Fue importante el del hoyo 1 porque falló el drive. “Estaba un poco nervioso cuando me paré en el tee del uno”, declaró. Pero enseguida todo volvió a su lugar y pudo bajar los dos par 5 de la ida, el 5 y el 7. Pero en el par 3 del hoyo 8 erró por la izquierda su salida, que terminó en el bunker. Así llegó el primer bogey. El birdie del 9 selló un muy buen 34 (-2).

En la vuelta empezó con un bogey en el hoyo 10, pero demostró que estaba en control con un birdie en el par 3 del hoyo 12. Al bogey del hoyo 13 lo siguió otro birdie en el 14. Luego bajó otros dos golpes más con birdies en el 16 y en el 18. “Esta es una gran cancha que se adapta muy bien a mi juego. Me gusta pegar drives bajos con “fade” y este campo es ideal para ello”. Fue otra de las tantas declaraciones que el ahora célebre Niemann respondió a la prensa.

Es que Niemann se ha transformado en uno de las atracciones en Muirfield Village. Su golf claramente está a la altura y sus 19 años parecen no pesar mucho al momento de enfrentar la presión que significa estar, de un día para otro, cara a cara con los mejores jugadores del mundo. Recordemos que Niemann hizo su paso al campo rentado hace poco más de un mes.

Este sábado rendirá un nuevo y difícil examen en esta carrera que ha emprendido. Deberá vencer los nervios de jugar en la última salida. Lo hará con el estadounidense Kyle Stanley, que estuvo muy iluminado en su segunda ronda al anotar un 66 (-6).

Otra gran noticia para Latinoamérica fue la reacción del venezolano Jhonattan Vegas y del argentino Emiliano Grillo.

El que estaba más amenazado era Vegas que, luego de una muy mala primera ronda de +3, necesitaba prácticamente un milagro para pasar el corte clasificatorio. Sin embargo, con su habitual paciencia y tranquilidad, el venezolano hilvanó una muy buena vuelta que tuvo, eso sí, muchos altibajos. En su recorrido hizo ocho birdies y tres bogeys. El resultado final de 67 golpes (-5) lo puso en el puesto 52 con un total de -2.

Lo de Grillo fue bien distinto y representó una buena muestra de lo insólito que puede ser el golf. En la primera vuelta el argentino había hecho par de cancha (72). Necesitaba hace algo medianamente bueno para entrar en el corte. Pero las cosas no empezaron bien para el chaqueño, que salió por el hoyo 10. Los primeros nueve hoyos fueron un calvario con bogeys y pares que terminó en 38 (+2).

En la vuelta, las cosas se acomodaron un poco. Ya no hubo bogeys , pero Grillo necesitaba desesperadamente birdies. Los hoyos iban pasando y, cuando sólo faltaban los cinco finales, y la suerte parecía echada, Grillo frotó la lámpara mágica y apareció el genio. Birdie, birdie, águila, birdie para un final a toda orquesta que transformó su vuelta en una joyita de 69 golpes. Quedó en el puesto 44 con -3.

El mexicano Abraham Ancer, en cambio, fue la muestra de lo ingrato que puede ser también este deporte. Luego de su magnífica vuelta inicial de -7, que lo había colocado en lo alto del podio, Ancer pareció otro jugador. Los bogeys abundaron en su tarjeta producto de errar greens y fallar salidas. Los birdies fueron solo tres y solo evitaron una tragedia mayor. La tarjeta de Ancer mostró un deslucido 75 (+3) que lo hizo caer al puesto 35. Bien dentro del corte pero muy afuera de sus expectativas.

Tiger Woods iluminó el viernes en Muirfield Village
Como un animador que hipnotiza a su público, Tiger hizo de las suyas en la segunda ronda. El californiano había hecho par de cancha en la primera vuelta y no estuvo conforme. Todo pareció hundirse en la misma mezcla en el comienzo de la segunda.

Luego de dos buenos tiros se tomó tres putts para bogey en el hoyo 1. Pero subestimar a Tiger es un error. El primer birdie llegó en el hoyo 3, y la inspiración continuó para repetirlos en el 5, en el 7 y en el 9. Un 33 de ida esperanzó a los fanáticos que ya lo seguían en multitud.

Falló para birdie desde cerca en el 10 y, luego de fallar su salida en el par 5 del hoyo 11, no tuvo más remedio que sacar a buena en ese par 5. Tenía unas 100 yardas al hoyo. Gotas de sudor caían de su rostro cada tanto. Pero ejecutó su rutina con su habitual frialdad y el resultado fue una flecha que picó unos cuatro metros detrás de la bandera y retrocedió lenta para terminar adentro del hoyo. Águila.

El público, que ya estaba integrado por miles, estalló alrededor del green en un estruendo que recorrió la cancha entera y no dejó dudas de que se trataba de un golpe mágico del astro máximo. Tiger festejo el acierto y recibió agradecido, con una sonrisa amable y los brazos abiertos, la admiración del público. Para eso fueron después de todo.

Tiger tomó impulso después de ese golpe y lo demostró con otro gran tiro en el par 3 del hoyo 12. La bola salió directo a la bandera y llegó a tocarla en el final de su vuelo. Terminó quedando a solo 3 metros para un birdie que parecía seguro. Pero la tormenta cortó el juego, y dos horas después, cuando los recuerdos del águila del hoyo 11 ya no calentaban tanto su sangre, Tiger falló el esperado birdie. Finalmente firmó una tarjeta de 67 golpes (-5), que también es su total para el torneo donde ocupa el puesto 24. Seis golpes de diferencia con los punteros faltando 36 hoyos no es algo insalvable para este Tiger. El 5 veces campeón aquí en Muirfield Village es capaz de ganar.

Hubo muchos jugadores inspirados en la segunda vuelta. La cancha algo más humeda y la ausencia total de viento fueron factores muy aprovechados por un calificado “field” que ganó posiciones.