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PARAMUS, N.J. -- Tiger Woods ha notado, en varias ocasiones este año, lo afortunado que se siente de estar jugando golf al máximo nivel otra vez. Hace un año, dijo Woods, no tenía permitidio hacer un swing en un club de golf. Y apenas unos meses antes de eso, sentía tanto dolor que la idea de jugar otra vez estaba lejos de su mente. Woods profundizó sobre ese tema, el miércoles, cuando se le cuestionó sobre los comentarios hechos por el seis veces ganador de torneos Major, Nick Faldo, quien le dijo al conductor de radio Dan Patrick que escuchó decir a Woods, en la cena para campeones del Masters 2017, que "no quería saber más" y que "no jugaría golf otra vez". "En ese momento, no quería saber más", dijo Woods en el Northern Trust Pro-Am en Ridgewood Country Club. "No sabía qué iba a estar haciendo. El golf no estaba en mi futuro en ese momento. No podía caminar, no me podía sentar". Woods, de 42 años, quien comenzó a jugar el martes por la mañana en el Northern Trust, ranqueado en el lugar 26 del mundo y en el sitio 20 de los standings de la PGA Tour FedEx Cup, ha recorrido un camino largo desde el Masters 2017, donde acudió a la cena de campeones en el Augusta National con incertidumbre sobre su futuro. A principios de año, detuvo su regreso después de sólo tres torneos, debido a que continuaba con dolor en el nervio de la espalda baja, después de estar inactivo todo 2016, mientras trataba de recuperarse de tres cirugías de microdisectomia; la primera, practicada en 2014, y dos más en 2015. Trato de estar a punto para el Masters de ese año, pero determinó que no estaba en forma para jugar golf. Y aún estaba inseguro de qué podría hacer más adelante. Woods dijo que aún tenía que decidir sobre la realización de una operación de fusión espinal a la que terminó sometiéndose dos semanas más tarde. "Me fui de ahí para ir a ver a un especialista y cuáles eran mis opciones", dijo Woods. Siguiendo el consejo de Jack Nicklaus, Woods visitó primero a un fisioterapeuta llamado Pete Egoscue, pero al final se decidió por la cirugía. Y una vez que tomó la decisión, Woods no perdió mucho tiempo. La cirugía, practicada por el Dr. Richard Guyer, del Centro de Reemplazamiento de Discos, del Insituto de la Espalda en Texas, tuvo lugar el 19 de abril de 2017. "Tenía confianza, me iban a hacer una cirugía de fusión", dijo Woods. "En ese momento, necesitaba intentar y deshacerme del dolor. No se trataba mucho del golf. Lo intenté todo. Intenté con células madre, con lidocaína, bloqueo de nervio. Nada me quitó el dolor". Woods fue informado de que necesitaba seis meses para que la cirugía de fusión hiciera su efecto y que no tenía permitido hacer un swing durante ese tiempo. Al menos, hasta la Presidents Cup de septiembre, donde Woods hizo una de sus primeras apariciones públicas después de la operación y del periodo de rehabilitación, cuando dijo: "No sé lo que me depara el futuro". Ahora, ha jugado en 14 eventos del PGA Tour, con dos carreras por el título, ha quedado cinco veces entre los diez mejores, con buena oportunidad para el Tour Championship. También se espera que sea seleccionado para el equipo de la U.S. Ryder Cup. "Es increíble, remarcable lo que él ha sido capaz de hacer", le dijo Faldo, analista de CBS y de Golf Channel, a Patrick. "Recuperarse de la espalda, sé que le murmuró a otro campéon de Masters, 'ya tuve suficiente, no voy a jugar golf otra vez'. Y aquí estamos 18 meses después".
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