ONTARIO -- Tras batallar durante años y escalar división tras división en busca del reconocimiento merecido Robert Guerrero finalmente se instaló en la elite del boxeo el sábado tras derrotar claramente a André Berto.
El oriundo de Gilroy, California escribió su nombre entre los mejores de las 147 libras.
"Fui a trabajar e hice lo mío", disparó. "Berto pega duro y es rápido pero me llevé la victoria".
Más allá de la victoria, lo que le ganó a gran parte de la afición presente fue la manera de desenvolverse arriba del cuadrilátero.
"Salgo siempre a pelear duro", avisó. "Tenía la pelea asegurada pero seguí peleando hasta el último campanazo. Nunca me lastimó".
Para domar a 'La Bestia', el México-americano develó su estrategia.
"Busqué mucho el cuerpo y eso lo frenó un poco", apuntó. "Le dije que lo iba a lastimar durante doce rounds y es lo que hice".
Más allá de la sorpresa del resultado final (las casas de apuestas daban como favorito a Berto), lo que generó confusión fue la decisión de Guerrero de ir al tú por tú.
"No voy a correr solo porque alguien tiene poder", aseguró. "Yo también lo tengo y si el último round hubiera durado 15 segundos más lo hubiera acabado".
Fue de esa forma que 'El Fantasma' envió al haitiano a la lona en los dos primeros rounds.
"Sabía que Berto tiene una quijada sensible y que lo podía bajar", se sinceró. "El estaba determinado a ganar y sabía que estaría listo y yo hice lo mismo. Tenía que ser cauto con alguien así".
Para eso debió ignorar parte del plan trazado por su padre y entrenador, Ruben Guerrero.
"Mi padre quería que lo boxeara más pero yo quería castigarlo", sostuvo. "Es porque él dijo que me iba a exterminar".
Guerrero también le bajó el tono a las voces que dan a Berto como un pegador letal.
"Berto pegó duro pero no es nada como [Selcuk] Aydin", dijo, comparándolo con su última víctima. "Donde este me pegaba me dolía. Mostré que puedo aguantar golpes".
Para vapulear al floridano mostró una emocionante combinación de fuerza y precisión.
"La gente no valora cuanto poder tengo", se lamentó. "No tengo golpes brillantes pero tengo manos pesadas y cuando les pego ellos se dan cuenta".
Su record ahora es de 31-1-1, tras haber dejado en el camino un sinfín de peleas de riesgo ante boxeadores tan ignorados como lo fue él.
"No podría estar más feliz con mi carrera", se sinceró. "Sé hacer ajustes porque he estado en las peleas correcta".
Haberse medido a esos rivales lo han catapultado al estrellato.
"Peleé las peleas correctas para llegar a este nivel", confirmó. "Se puede subir rápido pero el que sube rápido cae rápido. Tuve enfrentar a los que nadie quería enfrentar".
Tras deshacerse de Berto, Guerrero sueña en grande y ya identificó su objetivo.
"Quiero enfrentar a los mejores y por eso quiero a Floyd Mayweather", apuntó. "La gente dice que quiero recaudar pero quiero ganarle a los mejores, porque si hago eso me pagarán de todas formas".
Por último, el californiano dejó en claro de dónde saca su inspiración.
"Quiero enviar a mis hijos a Stanford", concluyó. "Peleo por mi familia".