<
>

Clippers tienen metas bien altas

Los Clippers dominan su división, pero para ellos está lejos de ser suficiente AP Photo/Mark J. Terrill

LOS ANGELES -- La franquicia de Los Angeles Clippers nunca ha ganado algo.

Esta no es una revelación sorprendente, pero hace que en la posición en que se encuentran, especialmente dentro de la División del Pacífico, sea mucho más significativa en este momento.

Luego de la victoria de los Clippers de 115-89 sobre los Golden State Warriors el sábado y su victoria de 107-102 contra Los Angeles Lakers el viernes, los Clippers tienen una ventaja de cuatro partidos por encima de los Warriors y una ventaja de 10.5 juegos sobre los Lakers en la División del Pacífico. Su récord de 27-8 es el mejor de la NBA.

Por supuesto, hay mucho baloncesto por jugarse todavía. Pero para un equipo que nunca ha terminado más alto que segundo en la división o tercero en la conferencia o ganado más de 49 juegos en una temporada, estos son tiempos sin precedentes en Lob City. En alguna manera, debido a sus pasados dos oponentes, la racha victoriosa de dos juegos consecutivos de los Clippers es más significativa que la racha de 17 partidos que fue recientemente detenida. Esta fue la oportunidad de los Clippers para establecerse como el equipo a vencer en el Pacífico tras derrotar a los Lakers y a los Warriors... e hicieron justamente eso impresionantemente.

Pero no espere ver a los Clippers dándose palmaditas en la espalda por tomar el control de la división ni por tener el mejor récord en la liga con 35 juegos adentrados en la temporada. A pesar de estar en territorio inexplorado, los Clippers no están planeando ponerse los sombreros de campeonato de la división o elevar una pancarta del mismo estilo al final de la temporada.

Ellos tienen metas mucho más grandes que esas. Estas victorias podrían ampliar la brecha entre ellos y sus rivales en la división, pero los Clippers las ven más como victorias que los ayudarán con su clasificación para los playoffs.

"Estos son juegos claves", dijo Chris Paul, quien acumuló 27 puntos, nueve asistencias y cinco rebotes el sábado. "Porque cuando se trata de la última semana de la temporada y uno ve quién está ganando y perdiendo, juega un papel enorme".

Mientras Blake Griffin estaba de pie en el vestuario el sábado en la noche, no hizo mueca alguna cuando se le preguntó acerca de la importancia de la victoria del sábado luego de dos derrotas anteriores ante los Warriors.

"Fue una victoria de negocios para nosotros", dijo Griffin. "Así es como hemos ganado muchos juegos. Queríamos ocuparnos de ello desde el principio y así lo hicimos.

"Sólo estamos buscando victorias. Si vienen dentro de la división, entonces es lo que hay. Es grandioso ser capaz de ganar en tu división al final del año y todo eso, supongo, pero es importante para nosotros hacer lo que nos toca durante todo el año".

La actitud de indiferencia de Griffin acerca de ganar la división y el buen arranque de los Clippers es producto de estar en el vestuario con Chauncey Billups, Lamar Odom, Caron Butler y Ronny Turiaf, quienes han ganado campeonatos y saben que los títulos de división y los récords de la temporada regular no significan mucho en el receso de temporada si pierdes en la segunda ronda.

Paul no necesita que alguien le diga eso. Él mismo lo vivió en 2008 cuando era parte del equipo de los New Orleans Hornets que tuvo récord de 56-26, ganó la División del Suroeste y clasificó segundo en el Oeste, solo para ser eliminados en la segunda ronda por los San Antonio Spurs.

Ese fue el mejor equipo en el cual Paul jugó antes de esta temporada, y a menudo les recuerda a sus compañeros de equipo su meta principal. Y como todos los grandes jugadores, tiene una larga memoria cuando siente que él o su equipo han sido ofendidos, y él ciertamente siente que los Clippers lo fueron en las dos derrotas previas ante Golden State.

"Nos ganaron en dos ocasiones", dijo Paul. "La primera vez que nos ganaron aquí, uno hubiera pensado que ganarían las finales de la NBA. Y nos ganaron con facilidad. Sabíamos que queríamos proteger nuestra cancha. Uno siempre recuerda ese tipo de cosas".

Los Clippers se adelantaron por 39 puntos en la segunda mitad, resaltados por tres donqueos consecutivos por parte de DeAndre Jordan, que provocó que el dirigente de los Warriors, Mark Jackson, pidiera un tiempo y se quedara mirando al banco de los Clippers por unos 20 segundos.

"Lo que tienes que hacer como jugador o como dirigente es absorberlo y recordarlo. Márcalo con tinta permanente", dijo Jackson. "Nada me desanima. Ellos se ganaron el derecho de celebrar con la manera en que jugaron. Fue simplemente una mirada de pelea de campeonato de peso completo a la vieja escuela, eso fue todo".

Y como todas las buenas peleas de campeonato, los Clippers saben que las miradas dominantes no significan nada mientras que al final puedas propinar el golpe de gracia.