ESPN Los Angeles
Gonzalo Aguirregomezcorta 11y

La pesadilla de Dwight Howard

LOS ÁNGELES-- De vuelta a casa tras una gira de siete partidos lejos de Los Ángeles, el plantel lagunero retornó a la ciudad con la sensación de no haber hecho los deberes. El balance de 4-3 en la carretera para se antoja insuficiente para Los Angeles Lakers que ya no tienen margen de error, tras llevar la peor campaña desde la temporada 1993-94, penúltima vez que no fueron capaces de clasificar para los playoffs.

A los complejos mostrados dentro de la cancha se le unen las disputas y las desafortunadas y airadas declaraciones fuera de ella. El episodio Bryant-Howard y el cruce de achaques, que incluyeron las palabras del padre del centro defendiendo a su hijo, no están haciendo más que caldear el ambiente en un entorno lagunero maltrecho por el esperpento.

Restan 10 días para que finalice el plazo para realizar transacciones, el próximo 21 de febrero será la fecha límite para el tránsito de jugadores de la NBA y como es habitual, la rumorología copa las portadas de las secciones deportivas. En el caso de Howard, hay varias franquicias que están por la labor de besar por donde él pisa. Al interés ya conocido de Brooklyn Nets, se les unen los Houston Rockets y Atlanta Hawks, tal y como señalan varios reportes. Es muy poco probable que los laguneros se aventuren a tomar una iniciativa tan arriesgada en una temporada donde las buenas sensaciones han brillado por su ausencia.

La vida no está sonriendo al jugador en Los Ángeles en un año de lo más extraño y lleno de sinsabores. Howard finaliza contrato en verano y aún no ha manifestado si permanecerá en el plantel o no al tiempo en que no ha sido capaz de demostrar sus mejores virtudes. El tiempo y la experiencia en Orlando le han hecho madurar y asegura haber aprendido la lección de no pensar en alto sobre las decisiones futuras.

La discreción le evita ser acribillado por los medios y abucheado por los fanáticos, pero sus antecedentes de jugador veleta no hacen presagiar una continuidad del centro. Más aún si el equipo no clasifica para los playoffs y las tensiones con Kobe siguen el cauce del último mes.

Los Lakers no están contando con el Howard que todos esperaban en verano. La intervención quirúrgica en la espalda todavía le está pasando factura y a esas molestias se le une la lesión en su hombro derecho. Sus números no se corresponden con la expectativas, y aunque es el segundo máximo anotador del plantel con 16.2 puntos por cita. Se trata de la cifra más baja desde que alcanzó los 15.8 puntos en la temporada 2005-06.

No hay duda de que el jugador es una de las varas de medir de los laguneros, y es que cuando Howard no lanza a canasta, el equipo lo nota. Siempre que se atreve con nueve o menos lanzamientos, el balance es de 6-15, mientras que cuando lo hace en 10 o más ocasiones, acumula 15-9. Se encuentra en la quinta posición de efectividad en la pintura con 11.4 puntos esta temporada y se trata del peor lanzador de tiros libres de la liga con un porcentaje de efectividad del 49.4 por ciento.

¿Son estos los números del jugador que esperaban los Lakers para esta temporada configurada para lograr un título exprés? De ninguna manera.

Howard no está siendo Howard sobre la cancha, aunque últimamente está dando muestras de la versión más fiel de sí mismo lejos de ella, aunque sea para defenderse de las críticas de Bryant. Eso no hace más que caldear la situación, y es que la voz de la Mamba Negra tiene más potencia de lo normal. Si Kobe dice que Howard se tiene que implicar más es porque el jugador no da muestras del compromiso que se requiere para jugar en los Lakers. Lo dice Kobe, galante de una reputación y fidelidad difícil de presenciar en un deporte donde los jugadores cambian de playera tanto como calcetines.

Las probabilidades de que Howard se marche antes de que se cierre el plazo de traspasos son escasas aunque las dudas sí son más pronunciadas sobre lo que ocurrirá en verano. El silencio del jugador en cuanto a si firmará o no la extensión con el equipo es significativo y tiene un componente que va más allá de la pura discreción. El que calla, otorga, y Howard podría tener las horas contadas si las victorias no llegan para limar las asperezas y los rencores.

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