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Clippers logran un 'milagrito'

LOS ÁNGELES -- La sensación desde el seno del STAPLES Center era que no había forma de que Los Angeles Clippers se llevaran el triunfo.

Simple y llanamente, los dirigidos por Doc Rivers jugaron un partido bastante por debajo de sus capacidades, fallaron una cantidad inédita de tiros desmarcados, y cayeron por detrás 22 puntos en el cuarto inicial de lo que parecía sería una goleada de proporciones históricas para Oklahoma City Thunder.

Sin embargo, algo sucedió. Las explicaciones irán por cuenta de cada espectador, o lector, ya que realmente no hay una razón específica por la cual el partido terminó como terminó. Sin dudas ambos equipos tuvieron parte de la culpa. Más allá de eso, el desenlace final fue una nueva remontada de estos Clippers que, como han demostrado varias veces esta temporada, no pueden ser descartados hasta la bocina final.

El domingo el panorama era oscuro para los locales, pero acabó con sonrisas por un lado y caras largas por el otro. Rivers fue protagonista, tirando su experiencia sobre la cancha y arriesgándolo todo a una alineación pocas veces vista.

"Creo que aguantamos", dijo. "Buscamos combinaciones y fuimos poco convencionales. Jugamos extremadamente bajo. Usamos a Danny [Granger] de 4, y aunque sus números no lo muestren Danny fue gigante para nosotros. Hizo que ellos no tomaran rebotes. Luego obviamente Jamal [Crawford] y Darren [Collison], ganaron el juego. No estoy seguro si alguna vez usamos esa alineación pero fue el grupo que nos hizo ganar el partido".

El estratega demostró que tiene el toque de Midas. Casualidad o no, los Clippers parecen ganar partidos que el año pasado no ganaban, y esa fue la diferencia entre estar empatados previo al quinto juego o irse al Chesapeake Energy Arena abajo 3-1. La mentalidad suele serlo todo a este nivel de competencia, y sorpresivamente los Clippers fueron el equipo más fuerte.

"No les dije nada", mencionó sobre el mensaje antes del último cuarto. "Realmente no lo hice. Les dije que siguieran jugando y que resistieran. Les pedí que no trataran de hacer demasiado. Al final del tercer cuarto todos estaban forzando y tomando tiros rápidos. Les dije que hagan lo que saben hacer y que no se salgan de eso. Hicimos un buen trabajo y nos mantuvimos bastantes calmados".

Collison fue el ejemplo perfecto, y el jugador que acabó vistiéndose de héroe gracias a varias canastas definitorias. El base suplente, conocido por su velocidad y vértigo, sacó ventaja desde la tranquilidad.

"Tuvimos muchas oportunidades para tirar triples, sobre todo cuando Chris está creando", mencionó. "Cuando el partido está tan cerrado lo que quieres es asegurarte de tener una buena selección de tiros. Muchas veces podría haber tirado triples. Pienso que tuvimos muchos tiros en la pintura y eso es bueno para nosotros".

Del resto se encargó Chris Paul, a quien le asignaron la tarea de frenar a Kevin Durant en el último cuarto. El armador estrella le hizo justicia a su fama de gran defensor y logró molestarlo lo suficiente como para generar tres pérdidas. Una de ellas fue tan obvia que quedó en claro que el delantero no estaba cómodo y que la situación se le fue de las manos.
El entrenador de los Clippers explicó su razonamiento.

"Esta vez lo atrapamos", dijo. "Deberíamos haberlo hecho la vez pasada. Es algo que trabajamos y que no habíamos hecho. Esta vez, cuando recibió la bola mandamos a alguien extra. Al final Durant siempre va a poder tirar por encima de CP y por eso mandamos ayuda".

Rivers aseguró la estrategia, pese a que funcionó, será solo temporaria.
"Nos gusta porque CP es muy fuerte", avisó. "Pero no me gusta porque le saca mucho a CP. No es un emparejamiento con el que podemos vivir".

Sin embargo, ahí estuvo una de las claves por la que los Clippers se encuentran más vivos que nunca. El abismo estuvo cerca y caminaron por la cornisa, pero este gato tiene siete vidas. OKC tuvo el partido en la bolsa y puede que se arrepientan de no haberlo liquidado.