<
>

Terminaron las vidas de Clippers

LOS ÁNGELES -- La escena no fue la más agradable.

Fanáticos gritando en contra de los referís y arrojando tragos y botellas a la cancha. Blake Griffin expulsado por faltas a dos minutos del final tras un duro foul a Russell Westbrook.

Esta temporada, tan mágica, tenebrosa y surrealista en tantos aspectos, acabó de la manera menos esperada para los fanáticos de Los Angeles Clippers, que vieron a su equipo desperdiciar una ventaja de 16 puntos y caer derrotados en su propia casa ante Oklahoma City Thunder.

Al final, tras superar (lo mejor que pudieron) el fiasco de Donald Sterling, la garra de los Golden State Warriors y algúno que otro fallo polémico, los angelinos no pudieron ante Kevin Durant y compañía.

La crónica dirá que los volvieron a remontar, que los árbitros volvieron a equivocarse muchísimo y que el panorama quizás hubiera sido distinto. Así lo verá la afición, y argumentos tienen para quejarse. Sin embargo, en frío la reflexión tendrá que ver más con las oportunidades perdidas.

En el quinto juego las pérdidas y el "miedo a ganar" los sepultaron. En el sexto quizás fue Durant, pero con Serge Ibaka lesionado la dupla Griffin-DeAndre Jordan se tendría que haber comido a Nick Collison y Steven Adams. No sucedió así, y el resto de los playoffs los verán por televisión.

"Es difícil", dijo Paul. "Es difícil. No tienes la oportunidad de estar en un equipo así muy seguido. Teníamos un equipo realmente bueno. Jugamos tantos partidos y recién al final nos empezamos a dar cuenta cómo jugar. Es muy loco que haya terminado".

A Griffin en la conferencia de prensa post-derrota se lo notaba como en estado de shock.

"Siento que podría haber sido una serie diferente, con un par de cosas pequeñas", aseguró. "Estoy orgulloso de cómo nos manejamos durante la temporada y los playoffs. Enfrentamos muchas distracciones y las manejamos bien".

Jamal Crawford describió lo cerca que estuvieron de salir victoriosos.

"Muy cerca, lo más cerca que se puede estar", apuntó. "Aún esta noche, ellos superaron la tormenta e hicieron su trabajo. Tuvimos nuestras oportunidades".

Las caras largas y el ánimo solemne son la imagen final. Quedará para más tarde el análisis basquetbolístico de lo que sucedió. Lo que está claro es que no alcanzó.

Las siete vidas de los Clippers un día se iban a acabar.