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El precio de Clippers, un caso único

LOS ÁNGELES -- Mucho se habló durante la última semana sobre el precio que pagó Steve Ballmer para convertirse en el nuevo dueño de Los Angeles Clippers.

Desde todos los rincones de Estados Unidos aparecieron las quejas de fanáticos, periodistas y expertos, quienes salieron a atacar al ex CEO de Microsoft por haber exagerado a la hora de abrir su chequera. Los $2 billones que desembolsó, según reza el clamor popular, son demasiado para una organización sin títulos, sin estadio propio y sin tierra o propiedades.

El siguiente desarrollo llegó por el lado de la comparación, y aunque es obviamente interesante calcular cuál sería el precio de Los Angeles Lakers, New York Yankees o Dallas Cowboys en una subasta abierta, ese tipo de discusión fue demasiado simple y con muchas generalizaciones de poca profundidad intelectual.

El tema principal siempre vuelve a las valuaciones de la revista Forbes, quien suele ser la biblia de las publicaciones económicas, y más si se trata de asignarle valor a distintos productos o instituciones en EE.UU. Precisamente Forbes volvió a fallar estrepitosamente, quedándose realmente cortos en el precio numérico de los Clippers. Esto, si uno sigue atentamente estos temas, no es nada nuevo, ya que debería ser conocimiento público que estos siempre se quedan cortos.

El precio que le habían asignado era de $575 millones, y la habían ubicado en el puesto 13 entre las 30 instituciones en la NBA. El tema es precisamente lo que parece que no incluyeron a la hora de hacer sus cuentas: Ballmer pagó eso porque puede negociar un contrato de televisión regional gigante dentro de los próximos años, porque la franquicia está en el segundo mayor mercado (Los Ángeles), porque tienen a Chris Paul y a Blake Griffin en su apogeo, porque hay infraestructura, porque está Doc Rivers y porque tienen un vínculo hasta 2024 con STAPLES Center.

Sin embargo, el factor más grande que Forbes se olvidó de tener en cuenta es la exclusividad que conlleva tener una franquicia deportiva, y más si es una que puede darte campeonatos a corto plazo. Además, no hace falta tener una maestría en economía o finanzas para saber que esto era una cuestión de oferta y demanda, y que como la demanda era alta, la oferta iba a tener que subir inevitablemente. Ballmer no es el único billonario con más dinero que cosas en qué gastarlo, y si se combina eso con el hecho de que es fanático del baloncesto, tenemos la combinación perfecta.

En cuanto a mi óptica, si el empresario hubiera pagado $3 billones por los Clippers, mi reacción hubiera sido exactamente la misma. Otra observación: si alguien tan inteligente como Ballmer (imposible no considerarlo así con la fortuna que amasó) decide gastar esa cantidad de su propio bolsillo, es porque la inversión está más que justificada. Yo, por lo menos, tengo la humildad suficiente como para darle la derecha en esta situación puntual.

La otra arista que se ha discutido en estos días es esa idea de trazar paralelos entre la diferencia del precio de Forbes y el precio real, y aplicarlo a la valuación de otras franquicias, sin tener en cuenta el contexto. Un informe de Yahoo! Finanzas apunta correctamente que el precio final de Clippers fue 3.48 veces la valuación de Forbes y en él el escritor se anima a traducir esos números a las demás franquicias de la NBA e incluso a equipos de la NFL como los Cowboys.

En mi opinión, ese tipo de argumentos pierden valor al tratar de aplicarlos al resto de la NBA, o incluso a otros deportes, ya que si bien estamos atravesando una suerte de burbuja inflacionaria en cuantos a los precios de las franquicias (con los Milwaukee Bucks como un ejemplo más apto para tratar ese tema), los Clippers son una de las franquicias más atractivas del deporte norteamericano por las razones mencionadas un par de párrafos más arriba.

Mi lectura es que ese mágico "3.48" se puede aplicar solamente a un puñado de organizaciones: los Lakers, New York Knicks, Boston Celtics y Miami Heat en la NBA, los Yankees y los Boston Red Sox en la MLB y pocos más. En cuanto a la NFL, no quedan dudas que son franquicias caras y valiosas, pero Forbes la tiene más fácil a la hora de calcular su valor ya que lo que generan en mercados internacionales es realmente poco. Le pese a quien le pese, la NFL tiene poca llegada con la población mundial fuera de América del Norte.

Multiplicar el valor de los Atlanta Hawks, los Milwaukee Brewers o los Colorado Rapids (MLS) sería ingenuo, ya que no tienen las estrellas, el alcance global o las posibilidades de marketing o de televisión que tienen los Clippers.