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¿La granja por David Price?

David Price podría llegar al mercado de agentes libres luego de la temporada 2015. AP Photo/Patric Schneider

ANAHEIM -- El mes de julio marca el principio de la vorágine en el mercado de cambios de las Grandes Ligas.

En las próximas dos o tres semanas un gran número de equipos decidirán si son compradores o vendedores, según su posición en las tablas divisionales y su cercanía con uno de los comodines de su respectiva liga.

Por el momento, aparte de los seis líderes divisionales, existen cinco equipos en posición de comodín o a 5.0 juegos o menos en la Liga Americana, y seis de ellos en la Liga Nacional. Eso arroja un total de 17 equipos, más de la mitad de la Gran Carpa, que encaran a este mes con aspiraciones firmes de clasificar a la postemporada.

Hay incluso equipos como los Medias Rojas de Boston, Vigilantes de Texas o Rockies de Colorado que tienen la mezcla correcta de plantel, talento en las menores y recursos económicos como para completar una furiosa remontada en la segunda mitad de la temporada. Pasando en limpio, dos tercios de los equipos en MLB todavía sienten que tienen oportunidad de bailar en octubre.

Eso, por el momento, está manteniendo las aguas calmadas en el mercado de cambios, ya que la cantidad de equipos en busca de refuerzos supera ampliamente a aquellos que están listos para deshacerse de algunas de sus joyas en busca de talentos jóvenes que puedan ayudarlos en el futuro.

Sin embargo, eso no ha logrado frenar los rumores alrededor de un puñado de apellidos que aparecen una y otra vez como candidatos a cambiar de camiseta: ellos son los lanzadores Jeff Samardzija, Jason Hammel y más que nada, David Price.

Sus Rays de Tampa Bay son uno de esos equipos que prácticamente le dijeron adiós a sus aspiraciones en 2014, y mezclado con sus bajos presupuestos y su historial de canjear a este tipo de talentos antes que sus contratos expiren, tenemos la receta perfecta. Novias no le faltan, y con razón: no existe rotación en el beisbol que no se pudiera beneficiar de la presencia del zurdo, incluso la de los Dodgers de Los Angeles (los favoritos para muchos), Nacionales de Washington o Tigres de Detroit.

Obviamente no todos esos equipos son candidatos a hacerse con sus servicios. En realidad, los equipos que más aparecen en las papeletas de todos son los Cardenales de San Luis (repletos de prospectos de relieve y con algunos agujeros en su rotación debido a lesiones recientes), los Gigantes de San Francisco y si, Angelinos de Los Angeles.

Los serafines son uno de los pocos destinos viables, ya que solo un puñado de equipos estaría en condiciones económicas de ofrecerle a Price un contrato de nueve cifras luego de 2015. Sin embargo, la mala fama que tiene su sistema de granjas los ubica como una posibilidad sorpresiva, ya que los Rays estarían pidiendo el cielo y las estrellas por uno de los mejores serpentineros de todo el beisbol.

Echemos un vistazo a las distintas aristas de tal situación.

¿LO NECESITAN?

Absolutamente. Como mencioné, no hay nadie que no se beneficiaría de tenerlo, pero más en Anaheim, donde Price sería el as absoluto de la rotación.

Si la temporada terminara hoy, los Angelinos tendrían que disputarse su continuidad en la postemporada a un partido único contra los Marineros de Seattle. Estos mandarían a la lomita al temible Félix Hernández, por lo que los aureolados podrían buscar a alguien de ese calibre para hacerle frente.

En playoffs se suelen utilizar solo tres abridores, y hoy por hoy, en algún orden, los rojiblancos dependerían de Garrett Richards, C.J. Wilson y Jered Weaver. El primero se ha convertido en su mejor lanzador, pero nadie sabe cómo reaccionaría a la presión de la postemporada. El segundo suele complicarse en los primeros innings y muchas veces requiere más de 120 picheos para completar 6.0 o 7.0 episodios, algo muy contraproducente si le van a pedir que lance cada cuatro días en lugar de cinco.

Lo de Weaver es aún más preocupante: su talento sigue presente, pero todo el daño lo hace con un amplio arsenal de picheos y de cambios de velocidad, ya que su recta dejó de promediar las 90 millas por hora hace rato.

Por todas estas razones, los Angelinos están en esa lista de equipos que necesitan una mejora sustancial en la rotación, particularmente si piensan frenar más adelante ofensivas como las de Oakland, Detroit o Toronto.

¿TIENEN CON QUÉ?

Aquí es donde el tema se pone interesante. Los Angelinos tienen jugadores potables, pero todo dependerá de quiénes serán sus competidores.

Si los Dodgers ofrecen a uno de entre Corey Seager y Joc Pederson, más uno de sus serpentineros (Julio Urías, Zach Lee, Tom Windle o Chris Anderson) y alguna otra pieza (como Darnell Sweeney), entonces los Angelinos estarán probablemente fuera de la carrera.

Lo mismo sucede si los Cardenales llegaran a poner en la mesa a Oscar Taveras, o a alguna combinación de Carlos Martínez, Stephen Piscotty y Randal Grichuk.

Sin embargo, esos dos equipos parecen enamorados, y con razón, de sus respectivos prospectos, y el potencial de estos parece superar la necesidad de adquirir a un Price que, a pesar de su talento y pergaminos, sería más un lujo que una necesidad imperiosa.

Es allí donde aparecerían en escena los Angelinos. Jerry Dipoto parece dedicado a renovar el sistema de granjas, y la última vez que apuntó a un cambio de este tipo, Zack Greinke le duró un par de meses, mientras que Jean Segura brilla con los Cerveceros de Milwaukee. Esta situación es diferente ya que Price tiene un año más de contrato, pero la inversión a partir de 2016 deberá ser escalofriante.

Suponiendo que todos estos riesgos quedan en el olvido, los Angelinos deberían ofrecer calidad y cantidad ante la falta de prospectos de primer nivel. Keith Law no ubicó a ninguno de sus jóvenes valores en su Top 100 de cara a esta temporada, pero algunas de sus predicciones están resultando ser erróneas.

Perder un bate como el de C.J. Cron dolería, sobre todo luego de que el experimento con Raúl Ibáñez fracasó. Un toletero tendría que ser incluido, por lo que el inicialista o Kole Calhoun serían la primera pieza del rompecabezas. Lo demás sería una mezcla de abridores, encabezada por Hunter Green (selección de segunda ronda en 2013) y/o el zurdo venezolano Ricardo Sánchez (de 17 años); relevistas de la talla de Mike Morin, Cam Bedrosian, Mark Sappington o R.J. Álvarez; un campo corto con futuro como José Rondón; y algún otro nombre más maduro como Kaleb Cowart, Taylor Lindsey o el mismo Grant Green.

Obviamente la lista no incluiría a todos estos, pero varios de ellos forman parte del paquete que tienen en mente los Angelinos, según una fuente cercana al tema. Sin dudas eso significaría un golpe duro a una organización que de por sí necesita criar su propio talento para complementar los contratos multimillonarios de las temporadas recientes, pero jugadores como Price pocas veces están tan disponibles como ahora.

Lo que es casi una certeza es que Price no acabaría la temporada en la Florida, y hasta nuevo aviso, los serafines podrán seguir soñando con el zurdo en su lomita.