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Un dilema en la línea

Esta escena ocurrió la semana pasada no una, sino en dos ocasiones. Y pudiera seguir ocurriendo si no se hacen los ajustes.

Los Lakers entran al cuarto periodo en un juego cerrado, pero terminan con derrotas. En ambos partidos, la ineficacia de Dwight Howard en cobrar faltas personales les pudo costar la victoria.
¿Cómo sucedió? A Mike D'Antoni le gusta jugar con cuatro perimetrales y un interno y así, con cuatro puntos de ventaja, entró al cuarto parcial frente al Orlando Magic. Con siete minutos y con margen de uno, envió a cancha a Dwight Howard y un minuto más tarde, todavía con delantera mínima, sentó a Pau Gasol, quien no volvió a juego.

El Magic, que conoce bien a Howard, comenzó a darle faltas personales para enviarlo a la línea. Orlando no sólo tomó ventaja y la fue ampliando, sino que desmoralizó a Los Angeles con la situación. En los últimos siete minutos, el pívot de los Lakers fue a la línea en 14 ocasiones y anotó siete intentos. En el partido, se fue de 9-21. Orlando, que perdía 78-84 cuando entró Howard, dominó 35-19 el resto del camino y ganó 113-103.

En el siguiente partido, Houston utilizó exactamente la misma estrategia. Entraron al cuarto periodo en ventaja de 83-73, Howard acertó 5 de 10 en los últimos seis minutos y 8-16 en el partido y los Rockets se impusieron 107-105.

Hace unas semanas, mencioné en uno de los webisodios que si a D'Antoni le interesa jugar con cuatro perimetrales con la intención de mantener la cancha abierta, en un juego cerrado iba a tener que terminar con Gasol, que es mucho mejor tirador de libres en el 'clutch' que Howard. Pero no lo iban a querer hacer porque Howard es la 'estrellita' que trajeron y todavía lo tienen que enamorar porque no ha firmado una extensión de contrato. Eso iba a ser interesante porque les iba a costar juegos en la parte final, teniendo la herramienta en el banco.

En los siguientes partidos, esto se convirtió en académico porque Gasol no ha jugado por la tendonitis en la rodilla. Pero sigue siendo interesante la insistencia de D'Antoni de mantener a su pívot a pesar de su ineficacia en los tiros libres. Cuando le cuestionaron por qué no lo sacaba, dijo que uno no se supone que haga eso con un jugador principal y que él no es quien está causando el problema. En otras, palabras, "tengo temor de sacar a mi estrellita, aunque mi estrellita me está haciendo perder juegos".

Si los Lakers no dan pelas como hicieron el pasado miércoles, los juegos se van a decidir en el último cuarto y hay que ver cuántos equipos usarán esa misma estrategia. D'Antoni luce convencido de que independientemente de esos problemas, Howard tiene que terminar el juego.

Pero más que un cuestionamiento técnico, esta decisión tiene que ver más con el aspecto de negocios del juego. Howard no está bajo contrato y los Lakers quieren mantenerlo tranquilo, no molestarlo más de la cuenta, tratarlo con paños tibios, hasta que lo convenzan de firmar una extensión. Hacen exactamente lo que hizo Orlando con Howard en la temporada pasada y lo mismo que hizo Cleveland con LeBron James en su último año, y como quiera se les fue. Sin duda, tiene la presión de la gerencia, que no tiene ningún reparo en prescindir de Gasol, aún si se molesta, pero sí los tienen con Howard.

Si se dijera que no hay otra alternativa, que va a sacar a Howard para poner a un jugador del montón, ya es otro asunto. Pero tienes a Pau Gasol, un 'All Star', sub campeón olímpico, campeón mundial y dos veces campeón de la liga. En esta liga a los entrenadores se le paga para ganar y si tienes juegos cerrados y necesitas tiros adentro, si necesitas defensiva, tienes a Gasol, si necesitas tiros libres, tienes a Gasol, un tirador de 75 por ciento en su carrera desde la línea. No es mucho lo que le va a quitar el sacar a Howard de la cancha.

El caso de Howard es extraño. Le han puesto una sola persona para que le trabaje el asunto de los tiros libres, tanto en Orlando como en Los Angeles. Chuck Person, el encargado en Los Angeles, dice que en las prácticas, acierta el 80 por ciento de los tiros. Sin embargo, de 67,1 por ciento en su primera temporada, ha bajado a 49,1 en 2011-12 y este año descendió a 47,1. A medida que aumenta la presión, baja su eficacia, como lo revela su porcentajde 42,5 por ciento (31-73) este año en el cuarto parcial.

Cuando esto pasa, pienso que es un jugador frágil de mente. Como ya se ha hablado tanto de su ineficacia en los tiros libres, lejos de mejorar, sigue hacia atrás. Llega a la línea pensando: "wow, si fallo estos tiros libres de nuevo, qué ridículo". Lleva esa mentalidad negativa a la línea y en vez de mantener el nivel si no va a progresar, cada vez ha ido bajando más. En sus manos está hacer que esa táctica de los contrarios no funcione y lo logra si se va de 7-10 en lugar de 5-10. Pero, aparentemente, el muchacho es frágil de mente y la presión lo disminuye.

Eso quizás no sería tan notable si hiciera el trabajo por el que siempre se ha caracterizado: defender y recuperar rebotes. Pero la defensiva de los Lakers está ahora mismo por el piso, él no está siendo un factor y se ha dedicado a echarle culpas a todos para que el foco no esté sobre él. La ejecución de los Lakers en los últimos cuartos incluye poder frenar a los equipos rivales y capturar los rebotes defensivos. Pero si los rivales les anotan 30 puntos en el último cuarto y los superan en rebotes ofensivos, entonces Howard no está cumpliendo con su función. Si va a fallar los tiros libres, por lo menos dame lo que te hace famoso a ti, que son los rebotes y la defensa. Su promedio de rebotes defensivos esta temporada es de 8,2 por juego, el más bajo desde su año de novato (6,5). Para que puedan comprarar, en 2011-12 fue de 10,8 por juego y en 2010-11 fue de 10,1.

De cierta forma, la lesión de Gasol le quita un poco de presión a D'Antoni, al hacer académica la decisión de dejar en cancha a Howard en el 'clutch'. Pero una vez vuelva el catalán, la bola está en su cancha. No hay una mejor solución táctica que no sea sacarlo.