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Becky Lynch no tenía interés en ser luchadora cuando comenzó

Cuando Rebecca Quin supo que Fergal Devitt había iniciado una escuela de lucha libre en su natal Dublin, Irlanda, su interés primordial era lograr una figura atlética que le ayudase a ser más activa en su vida.

Hoy conocida por Becky Lynch en la WWE, asegura que la mejor decisión de su vida fue aprender el deporte de manos de Devitt, quien lucha en la misma compañía bajo el nombre de Finn Balor. En el camino, sin embargo, tuvo muchas dudas que inclusive la alejaron y la llevaron a buscar nuevos intereses en su vida.

"Ha sido una montaña rusa, por decir poco", recuerda Lynch en reciente entrevista con ESPN. "Cuando empecé a los 15 años había fallado la P (educación física), no tenía ningún tipo de habilidad atlética. Finn Balor había abierto esta escuela y yo fui allá y era la única chica. Hice la práctica y estaba encantada".

Posterior a eso, Lynch comenzó un peregrinar por diferentes lugares del mundo bajo el personaje de Rebecca Knox, luchando en Europa, Japón, Estados Unidos y Canadá, entre otros. La paga escasa y las dificultades hicieron que dejara el ring y explorara nuevas opciones.

"Entonces, a los 18 años me fui de casa, viví en Canadá, viajé por Estados Unidos, luchando en Japón, Europa. Era una vida difícil, me estaba ganando 30 dólares por show, si podía conseguir un show en el fin de semana estaba haciendo bien", dijo Lynch. "Dormía en el piso de amistades, y me empecé a desilusionar al no saber si podía mantener este estilo de vida. Así que me alejé por siete años y me fui a la naturaleza e intenté varias avenidas las cuales me interesarían".

Lynch fue azafata, fue maestra de inglés, atendió una barra, se graduó de actriz e inclusive llegó a ser doble en el cine. La lucha libre, sin embargo, siempre se mantenía en su mente.

"Nada se sentía de la manera que este negocio se sentía. Nada me halaba, sentía que estaba empujando una roca en una montaña, pero en cuanto decidí que regresaría a la lucha libre, fue como si un peso fuera liberado de mis espaldas. Y me dije, ok, esto es lo que se supone que yo haga", apuntó Lynch.

El ejercer todos estos oficios hizo a la primera campeona de Smackdown pensar qué era lo que más le gustaba hacer. El haber sido luchadora y después abandonarlo fue lo que le hizo apreciarlo más cuando finalmente decidió regresar.

"Hay varios factores que entran ahí, porque sabía cómo era tenerlo y sabía cómo era no tenerlo. Sabía lo que era amar algo y ser apasionada con algo que me importa, y entonces que se fuese", explicó Lynch, de 31 años. "Tratar de entender qué quería hacer aparte de eso y no había nada. Así que cuando tuve una segunda oportunidad fue apreciar cada momento, cada segundo en este negocio".

Lynch acredita a Balor el haberle encendido la llama para regresar al también llamado entretenimiento deportivo. Explicó que la confianza que desarrolló con su entrenador, quien no le permitía deferencias por ser mujer, fue lo que la llevó a darle una segunda oportunidad a la lucha libre.

"Nunca fue fácil conmigo porque era una chica, estaba supuesta a hacer lo mismo que los otros chicos. Iba a donde él y estaba frustrada y me decía, 'eso es lo que quiero poner en ti'", dijo Lynch, quien recuerda las palabras que la convencieron a regresar.
"Rebecca, vuelve ahora porque si no lo haces yo no voy a estar aquí en 10 años para convencerte", recordó.

En el 2013, luego de siete años fuera de acción, en parte en los primeros años debido a una lesión, firmó con la WWE y fue asignada a NXT, en donde se reunió nuevamente con Balor. Ese momento fue único, de acuerdo a Lynch.

"¡Es casi cósmico! Él está exactamente en donde se supone que esté, para mí es maravilloso verlo y estoy tan contenta y orgullosa, porque todos sabíamos que Finn iba a lograr grandes cosas y siempre tuve ese sentimiento de que lo iba a lograr también", dijo Lynch.

La pelirroja irlandesa fue parte de la llamada 'Revolución de las Mujeres' en la marca de desarrollo de la WWE. Allí se encontró con Sasha Banks, Charlotte Flair y Bayley, combinándose para formar lo que llamaron en un momento las 'Four Horsewomen'.
El resto es historia.

"Venir y llegar a NXT, en el momento exacto en que llegué con el grupo de mujeres, pudimos cambiar la manera en que se percibía el negocio y pudimos trabajar y construir esta 'Revolución de las Mujeres' en algo que la gente verdaderamente quiere ver con personajes con los cuales la gente está invertida emocionalmente, apoyándolos o que realmente los odien, pero pudimos cambiar su percepción de algo que era relleno a algo que era obligado a ver", añadió Lynch.

Aunque nunca pudo luchar contra ella por estar en épocas diferentes, Lynch dice que su modelo fue Lita, quien junto a Trish Stratus tuvieron una época en donde fueron las más reconocidas luchadoras en la WWE. De hecho, ambas fueron las primeras en estelarizar el programa Monday Night Raw en la década del 2000 en más de una ocasión.

"Lita, creo que Lita fue la primera con quien me pude relacionar. Eso pasó por mi mente porque en esta industria hay gente que puede ser de una manera, verse de una manera, que tengan cierta actitud o lo que sea, pero siempre va a haber una persona diferente que se va a relacionar con otra persona diferente", afirmó Lynch. "Para mí esa era Lita, era guapa, era un chicote, no encajaba en el molde de una chica y eso era lo que yo, como adolescente, podría relacionarme".