No tomó más de dos o tres minutos en la última edición de SmackDown Live para hacernos la misma pregunta que Stone Cold Steve Austin ha planteado tantas veces en su carrera.
¿Qué? Como en qué está pasando con los jefes grandes del show del martes por la noche?
Shane McMahon y Daniel Bryan se dirigieron al ring en la promo de apertura para unirse a AJ Styles, donde la conversación se centró en Kevin Owens, Sami Zayn y la tumultuosa pasividad-agresividad entre Bryan y McMahon que se cocina bajo la superficie. Hasta la fecha, la pareja ha cambiado de caliente a fría, y amistosa a enojada sin mucho sentido de dirección, y nos ha dado poca idea de hacia dónde va esta historia entre todos ellos.
El martes, Styles anunció a la audiencia de Orlando que, como parte de su resolución de Año Nuevo, iba a eliminar a Zayn en el evento principal. Un meta de baja barra, sin duda, en lo que respecta a las resoluciones, ya que iría de una forma u otra en menos de dos horas, pero no importa.
Huelga decir que esto iba a ser algo que remotamente se parecería a una situación uno-a-uno una vez que Owens, McMahon y Bryan declararon que estarían en el ringside. El resultado final es un segundo combate por el título mundial multidireccional en el Royal Rumble que puede hacer más daño que bien a tres de los talentos más grandes de SmackDown mientras Styles defiende su campeonato de la WWE contra Owens y Zayn en un combate de desventaja.
Puede haber una recompensa venidera, y al menos podemos esperar una, pero todavía no sabemos cuál es el punto de que Shane O'Mac y Bryan peleen constantemente y se pisan uno al otro mientras se sonríen.
Esto continuó el martes, ya que los dos jefes y Owens predeciblemente jugaron un papel en el evento principal. Una lucha decente, pero ciertamente no espectacular, se convirtió en un caos cuando McMahon, después de un puñado de chanchullos, exigió a KO que abandonara el área de ringside, solo para que Bryan subiera al micrófono y contestara que Shane debería irse también.
Owens se involucró con el árbitro y recibió un antebrazo en la cara por sus problemas, pero en medio del caos, Zayn conectó un Helluva Kick en Styles para ganar la lucha, dejando a AJ como perdedor por segunda semana consecutiva. Luego, Styles se dirigió al micrófono, regañando a todos los demás en el ring, incluyendo la incapacidad de Owens y Zayn para hacer algo por su cuenta.
Como la solitaria voz de la razón en esta confusa batalla de voluntades, Styles suplicó a Bryan y McMahon que "dejaran de pelear como niños", solo para que Bryan interpretara el rol de bravucón de la escuela y tomara como buenas las palabras de Styles para convertir el desafío del campeón en el Royal Rumble con lo que terminamos.
Entonces, ¿Bryan realmente tiene un sentido de lealtad hacia los villanos, y todo ha sido transparente desde el principio? ¿Está cansado del liderazgo de McMahon, o quizás está en un viaje de poder propio? ¿Está construyendo una falsa sensación de seriedad con Owens y Zayn, solo para que luchen entre sí con el campeonato de la WWE en disputa en unas pocas semanas? Puede ser un signo premonitorio para Styles, ya que el campeón de la WWE ha sido tratado más como un cordero de sacrificio que como el rostro de SmackDown en las últimas dos semanas. El Royal Rumble no suele ser un lugar donde se produzca un cambio de título mundial, salvo la derrota de Styles ante John Cena el año pasado, pero esperamos que la recompensa por invitar a todas las partes involucradas a este tiovivo de confusión sea una digna del tiempo que se ha invertido en eso.
FALLOS Y ACIERTOS
-- Hablando de confusión y caos, Chad Gable y Shelton Benjamin parecían ganar los títulos del equipo de SmackDown, excepto que el referí erróneamente hizo un conteo de tres en el Uso incorrecto (y Gable no era el hombre legal en la lucha). Así que volvieron al ring los cuatro hombres, solo para ver a The Usos ganar después de un gran golpe volador de Jey Uso para cerrarlo. A pesar de los chanchullos, Benjamin y Gable se vieron como contendientes legítimos para tomar los cinturones en algún momento a principios de 2018.
-- OK, lo entendemos, The Bludgeon Brothers son verdaderas amenazas, pero ¿por qué Breezango siguen pareciendo tontos a manos de Luke Harper y Erick Rowan? Tal desperdicio de potencial para un equipo talentoso y popular que fácilmente podría haberse llevado el oro de SmackDown. The Ascension eventualmente llegó al ring, solo para ser maltratados por los mismos Bludgeon Brothers. ¿No habría tenido más sentido si fueran las víctimas originales y Breezango intervenía para salvar el día? Sólo digo...
-- Aiden English se está convirtiendo rápidamente en una de las figuras más populares del programa, gracias a sus serenatas de Rusev Day. Al igual que Breezango, es una lástima que el equipo creativo lo trate más como una irreverencia de último momento cuando se trata de resultados en el ring en lugar de alguien que podría llevar algo de oro. Esas aspiraciones llegaron a su fin el martes, cuando English cayó ante Xavier Woods en una divertida lucha de primera ronda del torneo de Estados Unidos.
-- El Comité de Bienvenida oficialmente vuelve a estar juntos. Suspiro... Es casi como si Natalya no se separara por sí misma durante meses para llevar el campeonato femenino. Huelga decir que su existencia parece ser poco más que un escalón para el Riott Squad, que ganó fácilmente la noche del martes. Aquí está la esperanza de que Natalya y, especialmente, Carmella, no pierdan el impulso que tuvieron en los últimos meses.
-- Fue genial ver a Becky Lynch, que estuvo fuera por más de un mes, volver a la acción. Aunque no ha brillado en SmackDown desde hace bastante tiempo, tiene la energía y el carisma para llevar la división femenina junto con Charlotte, y la reacción que obtuvo demostró que la ausencia puede hacer que el corazón se vuelva más cariñoso. ¿Alguien más puede ver una disputa entre Becky y Ruby Riott en el futuro cercano?
-- ¿Demasiado pronto para predecir los ganadores de Rumble? Todavía estamos a más de tres semanas y, obviamente, hay más posibilidades de las que podríamos imaginar incluso en este momento. Pero digo que SmackDown podría barrer las luchas de 30 personas, con Shinsuke Nakamura ganando el evento masculino, estableciendo un enfrentamiento titánico con Styles en WrestleMania, y Riott prevaleciendo en el lado de las mujeres en un esfuerzo por construirla como una gran amenaza. Por supuesto, estoy seguro de que Asuka podría tener algo que decir sobre eso, llegado el momento del Rumble.