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Apenas unas horas antes del inicio de SmackDown Live, la noticia de que Daniel Bryan había sido autorizado para un regreso en el ring se había extendido a un ritmo acelerado en todo el universo de la lucha libre. Bryan era el maximo desfavorecido, el tipo que había capturado la imaginación del hombre común de una manera que pocos luchadores antes que él lo había logrado. Era una de las personalidades más agradables y atrapantes que jamás haya pisado este negocio y ahora, después de más de dos años en el semi-retiro, ya no iba a ser relegado a ser una figura autoritaria. Bryan estaba listo para reanudar patadas y golpear su camino de regreso a la relevancia de lucha libre. Y como descubrimos más tarde en la noche, listos para recibir el tipo de palizas que ocasionalmente había recibido antes de su largo paréntesis. El martes por la noche, Bryan abrió el show con una sonrisa imperdible en su rostro. Se dirigió hacia el ringside con un estruendoso coro de "¡Sí!" y una ovación de pie de todos, incluido el equipo de comentaristas. Entregó un mensaje sincero a los fanáticos en el American Airlines Center en Dallas, repasando la lista de razones por las que estaba agradecido: su familia, sus amigos y sus fanáticos. Pero principalmente por su esposa, Brie Bella, que fue la fuente de su regreso al ring. "Cuando estaba deprimido y enojado, ella dijo: 'Tienes que luchar, luchar por tus sueños'", dijo un Bryan visiblemente emocional. "Ella fue la que me animó a comenzar a ir a ver especialistas. Y cuando me dieron buenas noticias, me dijo que fuera a ver a otro especialista. Luego ve a ver a otro especialista". Brie había levantado a Bryan, continuó, hasta que tuvo suficiente espacio libre para regresar a la única cosa que quería: más tiempo en el ring haciendo lo que amaba. En muchos aspectos, a pesar del argumento de "tierra de oportunidad" que era en teoría la esencia de SmackDown, la dirección general del programa se había estancado en los últimos meses. No todos los shows y no todas las historias, pero hay una tendencia subyacente de jugarla seguro recientemente. La anticipación de AJ Styles y Shinsuke Nakamura, junto con la figura de la marca azul Charlotte Flair enfrentando a la invicta Asuka en WrestleMania, han animado las narrativas, pero desde una perspectiva semanal simplemente no podía igualar a su show hermano en Monday Night Raw. El regreso de Daniel Bryan, el luchador en el ring, puede cambiar la dinámica por sí solo. Sus conmovedoras palabras del martes fueron un recordatorio de cuán profundamente se conecta con su devota audiencia. No hace mucho, no era más que una idea abstracta de que Bryan podría algún día terminar de nuevo en el cuadrilátero. Pero el martes, todo cambió. "Porque cada cosa difícil parece imposible, hasta que se vuelve real", dijo Bryan. Bryan admitió que su regreso al ring aún está por determinarse, pero en una pista no tan sutil, mientras los fanáticos cantaban "WrestleMania" al unísono, él miró la pancarta que deletreaba esas mismas palabras colgando sobre la arena. ¿Podría ser? ¿El regreso de un ícono en el escenario más grandioso de todas? Resulta que no tendríamos que esperar hasta WrestleMania para ver a Bryan haciendo trabajo físico. Bryan tenía más asuntos el martes que discutir su regreso inminente; tuvo que lidiar con la horrible evisceración de Kevin Owens-Sami Zayn del gerente general Shane McMahon hace una semana. Fue, en lo que respecta a golpes, uno de los ataques más feos contra una figura de autoridad en la memoria reciente. En el segmento final del show, Bryan se encontró con los dos desalmados rudos en el ring. Tanto KO como Zayn le dieron un abrazo a Bryan al entrar y exaltaron sus virtudes como un líder justo y justo en SmackDown. "Este es solo un caso clásico de cosas buenas que le pasan a la gente buena", dijo Zayn. Sin embargo, Bryan no estaba allí para escuchar sus felicitaciones. Él estaba allí para despedir a Owens y Zayn después de lo que le hicieron a McMahon. ¿Y para qué? McMahon había admitido que había maltratado a Owens y Zayn. Él ya había anunciado que se estaba tomando una licencia, y les dio un combate en WrestleMania, aunque uno contra el otro. Aún así, es Mania, el único evento que todos quieren. "Odio que tenga que hacer esto", dijo Bryan. "Pero Sami y Kevin, están despedidos. No significa que sea para siempre, al menos es por ahora. Lo siento mucho". Huelga decir que Owens y Zayn no tomaron las noticias bien y desataron otro ataque espantoso contra un jefe. A pesar de un valiente intento de Bryan por defenderse, fue superado. Entre otras cosas, Zayn atrapó a Bryan con una patada Helluva, mientras que Owens terminó el asalto con una bomba de poder en la plataforma. Cuando el espectáculo salió del aire, a Bryan lo estaban colocando en una camilla. Estaba agolpeado y en agonía. Fue golpeado... pero estaba de regreso. FALLOS Y ACIERTOS -- El martes fue un mal momento para que Rusev y Shinsuke Nakamura continúen su rivalidad. Las dos estrellas llegaron al ring inmediatamente después del sincero anuncio de Bryan. Fue un acto imposible de seguir, incluso para estas dos estrellas populares. ¿Por qué ahora les das a los fanáticos unos momentos para que recuperen su aliento colectivo? Tal vez enfrentar a Dolph Ziggler o The Ascension a un combate por los primeros 10 minutos. A pesar de eso, Rusev dio un buen espectáculo, pero una vez más, se quedó corto. Suspiro. -- La lucha Charlotte Flair-Natalya fue por mucho la mejor acción de la noche. Hicieron una larga batalla de ida y vuelta, una que finalmente terminó cuando Carmella corrió al cuadrilátero en lo que parecía un intento de cobrar su portafolio, aunque nunca lo hizo oficialmente. La distracción permitió a Natalya tomar ventaja y asegurar la victoria. Parece que Carmella solo está coqueteando con ello antes de hacerlo efectivo cuando llegue Mania, ¿no? -- Tuvimos un avistamiento de Tye Dillinger el martes por la noche, aunque fue abrumado por Baron Corbin. Dillinger, al parecer, ha caído de las filas mird de cartelera a se aplastado, lo cual es una lástima. A los fanáticos les gusta, y tiene mucho talento en el ring. -- Fue divertido ver a Luke Harper en acción de sencillos nuevamente. El Bludgeon Brother sacó a Jimmy Uso de una manera bastante convincente. Era un recordatorio de que Harper podría haber sido uno de los mejores luchadores de sencillos hace un año antes de que su impulso se detuviera repentinamente. Aún así, parece estar destinado a obtener oro en la competencia de parejas pronto, a menos que lo invencible que tiene con Erick Rowan también sea solo una provocación. -- No estoy seguro de qué más decir sobre la disputa inconexa entre Randy Orton, Jinder Mahal y Bobby Roode. Simplemente no funciona, como descubrimos (nuevamente) el martes por la noche, cuando Mahal emitió más palabras de lucha banales, solo para ver a sus dos enemigos dirigirse al ring. Van a ir oficialmente a WrestleMania por el campeonato de Estados Unidos, y si esta batalla no tiene el Kickoff Show escrito por todos lados, entonces... bueno, no estamos seguros de qué más decir aquí.
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