No fue solo un lunes ordinario para la WWE. El lunes trajo noticias que probablemente cambiarán drásticamente la trayectoria de WWE y el negocio de la lucha libre, con WWE y Fox llegando a un acuerdo inmensamente lucrativo en principio para llevar a SmackDown a transmitir TV en el otoño de 2019.
Con mucha atención dirigida hacia la entidad, Monday Night Raw fue aparentemente una oportunidad de demostrar por qué todos deberían estar entusiasmados con el futuro. Fue una oportunidad para exhibir a alguien como Seth Rollins, que está en una corrida notable y ha recaudado tanta popularidad últimamente en el vestuario de Raw, y la pujante división femenina con intérpreters como Ember Moon, Ruby Riott y Sasha Banks demostrando en las últimas semanas que hay otro avance en progreso.
Lo que obtuvimos en su lugar fue un intento de humor completamente sordo que logró eclipsar todo lo demás en el programa, bueno y malo, y se sintió al menos 25 años después de su fecha de vencimiento.
Después de una breve promo y un adelanto de la semana pasada, sabíamos que Sami Zayn estaba listo para invitar a las "hermanas" de Bobby Lashley a Raw para que se burlaran de él. Había muchas razones para sentir aprensión acerca de cómo podría darse este momento, incluso en el mejor de los casos con algo raro, como Zayn y Kevin Owens haciendo una especie de sincronización de labios de Conan O'Brien para burlarse de Lashley mientras sus hermanas sacaban su ira y probablemente enfrentara algunas consecuencias físicas por sus acciones.
Lo que sucedió fue mucho peor. Zayn sacó a tres hombres disfrazados de mujeres, haciéndose pasar por hermanas de Lashley, equipados con una escoba, un casco y una toalla, respectivamente. Los tres tenían la intención de representar caricaturas de mujeres que eran claramente hombres, con dos de los tres usando voces exageradas de alto tono y el tercero luciendo un bigote e intentando con menos fuerza. Desde el momento en que esas tres desafortunadas almas subieron al ring, estaba claro que la multitud no estaba de acuerdo con eso y, sin embargo, siguieron adelante.
El juego final era bastante claro: Zayn estaba dispuesto a presionar tantos botones como fuera posible, Lashley saldría y finalmente atacaría a los intérpretes, y Zayn se escabulliría de un oponente enojado con la intención de buscar venganza. No creo que se haya pensado mucho en el segmento más allá de las intenciones superficiales, y sin embargo, las implicaciones de cómo se diseñaron y ejecutaron las cosas presentan muchas más preguntas que respuestas.
En una era en la que WWE se enorgullece de tratar de abrazar a todos sus fanáticos, llegando incluso a tener a Finn Balor tejiendo la inclusión de la comunidad LGBTQ en su entrada de WrestleMania, mercancía y equipo, involuntariamente tropezó con una parodia que habría sido cansona hace una década. Todo lo que intentaron hacer durante este segmento fue incorrecto, incómodo y claramente empujó esos esfuerzos unos pasos atrás.
Además de todo, el segmento no fue nada gracioso. Mientras menos profundicemos en el diálogo o en el alucinante segmento de entrevistas que lo condujo, mejor. Pasará a los anales "¿qué demonios estaban pensando?" Junto a "Bayley: esta es tu vida" y "Old Day" como una representación de lo que no debes hacer cuando tratas de construir una historia. En una noche en la que WWE pudo haber probado que están dispuestos a arriesgarse creativamente o apoyarse en las estrellas que han construido, en lugar de eso utilizaron el humor de denominador común y probaron algo completamente diferente.
Con o sin intención, la WWE demostró que con montos récord de derechos de televisión listos para recibir el dinero establecido para ingresar y niveles récords de acciones, las instrucciones creativas mal elegidas y la escritura perezosa pueden rebotar contra ellos como Teflon sin demasiado en el camino de consecuencias a corto plazo. En una visión a largo plazo, ese tipo de toma de decisiones podría ser mucho más perjudicial que cualquier decisión mal pensada.
Roman Reigns no convence de nuevo
Los primeros 50 y algunos minutos más de Monday Night Raw aparentemente se combinaron para hacer todo lo imaginable para lograr una reacción positiva para Roman Reigns. Stephanie McMahon regresó inesperadamente para castigar a Kurt Angle, y luego Reigns emergió para interpretar a algún tipo de figura anti-autoridad de Daniel Bryan. Produjo algunos vítores, frente a uno de los personajes más universalmente abucheados en la WWE TV, pero en nada cercanode lo que un "buen tipo" debería obtener en tal escenario.
Kevin Owens intervino y recibió los abucheos más ruidosos de la noche, por decir que era un gran admirador de Reigns. Si eso no es un indicador de lo mal que han ido las cosas, espere, hay más. Owens y Reigns rápidamente se metieron en una lucha, que fue un esfuerzo sólido en ambos lados, pero empalideció en comparación con la obra maestra de Owens frente a Seth Rollins la semana pasada en Raw. Finalmente, Jinder Mahal, otro de los personajes más impopulares del Universo WWE, se involucró y desencadenó una descalificación.
Rollins salió para salvar a su compañero de The Shield, y el resultado fue un combate por equipos. La diferencia en la reacción de la multitud entre Rollins y Reigns fue asombrosa, y resultó tan claro como el día en que un viaje orgánico y bien ejecutado hacia la cima siempre superará un intento fabricado de formar un héroe. Entre poner a Reigns en contra de Mahal, y tratar de desviar cualquier pequeña porción del abrumador apoyo de los fans a Rollins, esta fórmula se sintió demasiado familiar.
Después de que Rollins obtuviera la victoria por plancha a Owens, Mahal esgrimió una silla para obtener algo de venganza, Rollins y Reigns se sentaron en lo alto de la rampa. Durante semanas, Rollins ha estado recibiendo reacciones ensordecedoras, pero cuando la música de Reigns tocó, hubo un silencio misterioso y apático. Enredar a Rollins en el interminable viaje para obtener las reacciones positivas de Reigns, venga el infierno o las inundaciones, la condena de las multitudes en vivo, es un juego peligroso para jugar con un activo tan valioso. Por lo menos durante las próximas dos semanas, al menos, es a lo que nos dirigimos, ya que Rollins defenderá su campeonato intercontinental contra Mahal la semana que viene en Raw y Reigns tiene su oportunidad de ganar pasaje a Money in The Bank.
Ronda Rousey firma contrato para primera oportunidad por el título de la WWE
McMahon hizo doble servicio el lunes, ya que también presidió la firma del contrato para la próxima lucha por el campeonato de mujeres Raw entre Nia Jax y Ronda Rousey. También hizo un montón de trabajo pesado en el micrófono, provocando la animosidad entre los dos personajes que en gran medida han incorporado la positividad en las últimas semanas y meses. Todo terminó siendo bastante respetuoso, con Jax prometiendo construir su nombre al respeto de Rousey y Rousey asegurando al mundo que tomaría el brazo de Jax y su título.
La versión rapidísima de esta lucha no le está haciendo ningún favor a ninguna de estas mujeres, ya que ambas todavía están tratando de encontrar su camino en las promos. McMahon mantuvo las cosas juntas bastante bien, pero la conversación entre la campeona y la retadora se sintió rígida y sobre ensayada. Hasta que Rousey pueda llegar a un punto en el que sus acciones hagan la mayor parte de la conversación y sus promos se sientan más conversativos que actuados, la mujer de pocas palabras puede ser su mejor opción.
Otras notas
- En el final de un show de tres horas que tuvo bastantes irregularidades, el evento principal entre Braun Strowman y Finn Balor fue una lucha notablemente divertida que contó una gran historia de David vs. Goliat. Balor escogió y eligió sus puntos, contrarrestó la ofensiva distintiva de Strowman en todos los momentos correctos y se mantuvo firme hasta que Strowman golpeó un par de powerslams para asegurar la victoria. Mientras que Strowman tiene la costumbre de pegarle a un powerslam extra o cinco después del partido, él levantó a Balor y lo levantó en su lugar, una rara señal de respeto por parte de la fuerza de la naturaleza.
- Natalya fue la solitaria calificada para Money in the Bank, saliendo de un encuentro Fatal de 4 Vías donde venció a Liv Morgan, Sarah Logan y Dana Brooke. La próxima semana obtendremos el último calificador de Raw para el combate de mujeres de Money in The Bank en una lucha de siete oportunidades y de segunda oportunidad que debería ofrecer algunas oportunidades interesantes.
- Dolph Ziggler y Chad Gable tuvieron una partida divertida, aunque abreviada, mientras Ziggler y Drew McIntyre continuaban tomando impulso. Recoger partidos que ya estaban en progreso fue un tema durante toda la noche, y si cualquier partido en esta noche podría haber usado algunas de esas "hermanas de Bobby Lashley", fue este.
- Ember Moon venció a Alexa Bliss en una lucha divertida que destacó cada uno de sus puntos fuertes. La posibilidad de que Moon haga un Eclipse de una escalera en unas pocas semanas es una perspectiva emocionante.
- Elias se atribuyó el mérito de los crecientes precios de las acciones de WWE, manipuló a la multitud para que dijera que lo amaban y luego venció a Bobby Roode en el medio del ring. No está mal para una noche de trabajo.
- La división de parejas una vez más quedó atrás en Raw, pero el B-Team logró una segunda victoria sobre Breezango en igual número de semanas. Sus camisetas estampadas con Sharpie ya se están poniendo de moda, con múltiples admiradores en la multitud que replican el look, y es difícil encontrar un momento tan alegre como Bo Dallas y Curtis Axel robando la silla de Jonathan Coachman y cabalgando por la rampa juntos después de su ganar.