La selección rumana demostró ser un conjunto inmaduro a pesar de la veteranía de sus integrantes. Dirigidos por el ex barcelonista George Popescu, los hombres de Anghel Iordanescu demostraron carencias defensivas y concedieron demasiadas facilidades a pesar de alinear cinco hombres en la zaga.

Francia fue más de lo mismo. Un conjunto sólido, que sabe jugar de memoria pero que no se da nunca a los excesos. Empujado por su público incondicional, los "bleus" han hecho del Estadio de Francia un fortín inexpugnable. Pero el nerviosismo que desplegaron en los últimos minutos y su incapacidad para golear a un conjunto flojo, abrió la caja de Pandora de las dudas.

Lemerre comenzó con los experimentos desde la alineación de base, no tanto por los nombres sino por las posiciones. Christanval fue probado en la defensa, en detrimento de Silvestre pero ocupando un puesto que parece reservado al lesionado Leboeuf.

Vieira jugó más adelantado de lo habitual. Dugarry, fue el segundo delantero pero se escoró a la banda y Zidane estuvo más tiempo en punta que en el centro del campo. Con esta disposición, Francia no tuvo el balón y cedió el control a Rumanía que apenas inquietó la meta de Ramé, sustituto hoy de Barthez.

El partido estuvo marcado por el tempranero gol de Vieira, que tras un saque de falta desde el lateral del área de Petit, introdujo el balón en las mallas rumanas con un soberbio cabezazo, cuando apenas había pasado un minuto de partido.

A partir de ese momento, se respiró la goleada, pero el partido fue distinto. Bajo la incesante lluvia que cayó sobre el estadio, Francia y Rumanía ofrecieron un espectáculo de descontrol y nadie estaba dispuesto a dominar el encuentro y sin que los locales vieran peligrar un marcador que dominaban.

Cuando el partido dormitaba, sin que ninguno de los dos equipos demostrara capacidad para llegar con peligro al área rival, Francia volvió a hacer otra demostración de eficacia.

En un contraataque bien detenido por la defensa rumana, Petit se encuentra un balón en el borde del área y acierta a colocarlo en la escuadra de Lobont. Dos tiros a puerta y dos goles.

Sin poder entretenerse con el buen juego, el público comenzó a aplaudir la épica de un equipo que tiene a raudales. Sobre todo, cuando una estrella regala un toque genial seguido de una carrera plena de esfuerzo.

Cinco minutos más tarde, otra jugada que alimentó la épica. Un penalti dudoso sobre Viorel Moldovan fue lanzado por Mutu y despejado a córner por Ramé. El portero también tuvo su espacio de gloria.

No debió gustar a Lemerre el panorama de la primera parte, ya que en el descanso se decidió a cambiar todo el centro del campo. Makelele y Boghossian ocuparon las plazas de Vieira y Petit, que durante la primera parte apenas generaron juego en el centro del campo, aunque marcaron los dos goles.

Pirés bajó más al centro del campo para ocupar una posición que ya fue suya durante la pasada Copa de Confederaciones, cuando suplió la baja del entonces barcelonista Petit. Con este esquema, Francia ganó manejo de balón, al mismo tiempo que Rumanía se fue diluyendo. Esta nueva formación permitió a Zidane escorarse a las bandas, tanto a la izquierda como a la derecha, donde demostró que también puede ser peligroso. Luego llegó el festival de cambios de Lemerre, lo que terminó por desquiciar al equipo que, a pesar de todo, trenzó alguna jugada de mérito.

Pero Francia había perdido el cemento que le mantuvo sólido durante el Mundial y la Eurocopa y que le ha permitido destrozar rival tras rival en su estadio. Rumanía, un conjunto pleno de jugadores habilidosos aprovechó la situación y creó ocasiones, sembrando las dudas en el conjunto rival.

En el minuto final, una chilena de Gonea, sólo en el área pequeña francesa echó más leña al fuego de la incertidumbre. Francia es invencible en su estadio, pero eso no tiene porque durar siempre.

2 - Francia: Ramé; Candelá, Desailly, Christanval, Thuram; Petit (Boghossian, m.46), Vieira (Makelele, m.46), Pirés, Zidane (Carriere, m.71); Henry (Trezeguet, m.71) y Dugarry (Wiltord, m.60).

1 - Rumanía: Lobont; Chivu, Radoi, Rat (Soava, m.46) , Popescu, Contra (Stoican, m.87); Mutu (Rosu, m.77), Muntenau, Ghioane; Ilie (Ganea, m.46) y Moldovan (Pancu, m.71).

Goles: 1-0, m.1: Vieira; 2-0, m.26: Petit; 2-1, m.88: Ganea.

Arbitro: Dick Van Egmond (Holanda), mostró cartulina amarilla a Ganea.