Wolff se convirtió en el jugador más importante de su equipo y aseguró que "el juego fue complicado, pero pudimos resolverlo a pesar de las dos bajas importantes que sufrimos", refiriéndose al delantero Brian McBride, al que sustituyó y mediocampista de origen argentino Claudio Reyna.

"Ahora nuestro ánimo es mucho mejor que antes del partido, porque después de vencer a México creemos que los siguientes encuentros podrían solucionarse de mejor manera para nosotros".

El partido, primero de los tres que deben enfrentar ambas selecciones en el hexagonal eliminatorio con rumbo al Mundial Corea-Japón del 2002, dejó a Estados Unidos con tres puntos de oro.

"Nuestro entrenador planteó bien la táctica del juego que debíamos desarrollar ante la selección mexicana, que al principio del partido se veía mejor plantada que en la segunda parte", dijo el jugador.

Respecto de su gol, primero del partido, comentó que fue una jugada clara de contragolpe, que "nos dio la confianza suficiente para seguir proponiendo el juego".

"La segunda anotación a pase mío, casi al final, fue sólo la reafirmación de nuestra clara victoria", agregó.

Por su parte, el defensa de origen colombiano Carlos Llamosa, comentó que a pesar de que el juego fue "de pocas oportunidades para ambos, pudimos derrotarlos, y esto nos da ánimos para seguir adelante en el hexagonal".

Llamosa admitió que las lesiones de McBrian y Reyna le complicaron el partido a Estados Unidos, pero en la segunda parte pudieron marcar los dos goles que les dieron la victoria y eso era lo más importante.

Llamosa, que ingresó al terreno de juego para suplir a Joe Max Moore en el minuto 79, reconoció que el partido fue difícil para las dos selecciones, "pero el primer gol, cuando iniciaba la segunda parte, nos dio mucha seguridad, el resto fue un poco más fácil".

Llamosa comentó que las dos bajas importantes en su escuadra, de McBride y Reyna, "pudieron complicarnos las cosas, pero nuestro entrenador, Bruce Arena, planteó bien el juego y obtuvimos un triunfo merecido".