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La gallardía de España

MADRID -- Es verdad, España no está jugando nada bien está Eurocopa. Quitando el día de Irlanda y los últimos minutos contra Italia no se había visto ese fútbol deslumbrante al que acostumbraba, ese que la hizo campeona de Europa hace cuatro años contra Alemania a la que bailó. Fue 1-0 aquella final, pero bien podrían haberse ido los alemanes con tres o cuatro goles más.

Esta Euro está siendo distinta en cuanto que la campeona de Europa y del mundo es más competitiva y tiene un gen ganador que hace que hasta en la lotería de los penaltis salga victoriosa como ocurrió en estas semis ante Portugal.

Ganar a España es muy complicado. Ya no es sólo evitar que te marque, sino que lo difícil es hacerle goles a Casillas. Porque la defensa está de cine. La prueba es que sólo ha encajado un gol en el debut contra Italia. Después Iker se ha ido a la ducha sin ver perforado el arco. La fiabilidad de los de atrás es total, al menos hasta ahora. La pareja de centrales está que se sale.

Sergio Ramos cuajó el mejor partido de su vida contra Portugal, seguramente. El andaluz culminó su partidazo con un penal a lo panenka en la tanda de penaltis. Después de las burlas y chistes contra él por fallar contra el Bayern de Munich, Ramos no sólo se atrevió a tirarlo sino que lo tiró suavecita y al medio. Algunos como Casillas llamaron a eso, delante de las cámaras, tener mucha gallardía. Dentro del vestuario dijeron otra cosa; pensaron como la mayoría de españoles. ¡Qué pelotas!

Piqué también estuvo de fábula, como Arbeloa que borró a Cristiano Ronaldo, igual que hizo Jordi Alba con Nani. Brutal lo del nuevo jugador del Barcelona, que dio un clinic de cómo se defiende y en ataque es extremo más.

El lateral acaba de firmar por el Barcelona, club donde se crío. 14 millones de euros han pagado los culés. Pocos parecen a comparación de lo que se pagan por futbolistas que ocupan esa posición. Sin ir más lejos el Real Madrid pagó hace un año 30 millones por Coentrao.

Busquets también completó un partido memorable. Su trabajo es oscuro y no se suele apreciar tanto, pero para los entrenadores el trabajo de este futbolista es magistral. Del Bosque siempre ha dicho que en su época de futbolista le hubiese gustado ser como Busquets, porque es buenísimo. Así es. Además de robar todo lo que pasa por su lado, siempre va a las ayudas, tácticamente es impecable y con el balón en los pies tiene mucha clase.

Hasta aquí los de atrás. De medio campo hacía adelante es donde están los problemas. Xavi está fundido físicamente. Silva también está muy castigado en este aspecto y eso lo acusa mucho la Roja, que sigue teniendo en Iniesta a su duende. También hay que decir que los equipos ya conocen a la mejor selección del mundo –así lo dice el ránking FIFA- y suelen cerrar todas las líneas de pase. Portugal hizo esto muy bien y pasó un partido tranquilo porque España apenas generó oportunidades durante los 90 minutos.

La cosa cambió en la prórroga. Cuando lo normal es que el partido se desnivelar para el lado portugués porque era físicamente más fuerte y además metió dos jugadores de refresco España sacó el orgullo, el genio, la casta de campeón, en definitiva. En esa prórroga la Roja jugó como sabe y mereció ganar bien porque tuvo un par de ocasiones clarísimas.

El domingo España pretende entrar en la historia. Y es que si gana encadenará Eurocopa, Mundial y Eurocopa, algo que nunca nadie ha hecho. El reto es precioso y más ahora donde el país atraviesa la mayor crisis que se recuerda en décadas. Ganar supondrá, aunque sea por un rato, una alegría para millones de españoles que lo están pasando muy mal. Si no se logra ser campeón, el aplauso deberá de ser igual o más grande a esta gente que tan felices ha hecho a los casi 50 millones de españoles. El cariño y reconocimiento a estos jugadores tiene que ser el mismo ganando que perdiendo.

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