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Sarah Attar hace historia

Llegó muy lejos de sus rivales, pero feliz: Sarah Attar Getty Images

LONDRES -- Sarah Attar sonríe ligeramente tras dejar atrás la meta, entre el aplauso que baja de la tribuna para reconocer que está haciendo historia. Su serie clasificatoria de 800 metros ya ha terminado. Hace unos 43 segundos, la keniata Janeth Businei ha cruzado la línea de llegada. Attar arriba última, a 32 segundos de su contrincante más cercana. Su tiempo oficial es el peor de todas las inscriptas en la especialidad. Pero sonríe.

Y lo hace, enfundada en unas calzas negras largas, una campera verde y una capucha blanca elasticada que sólo dejan ver su rostro, y que generan un contraste evidente con el breve uniforme de las demás competidoras. Es que Attar es la primera atleta que compite en una competencia de pista en la historia de los Juegos Olímpicos para Arabia Saudita. La tribuna, enterada, se pone de pie para admirarla.

"Es el honor más grande que pude haber tenido. No me represento solamente a mí, o a mi país, represento a todas las mujeres de Arabia Saudita. Es un momento histórico y espero que haga una diferencia", asegura una vez que deja el estadio.

Hasta Londres 2012, el país asiático jamás había presentado una mujer bajo su bandera. En 2012, hubo dos: la judoca Wodjan Ali Seraj Abdulrahim Shahrkhani, eliminada tras apenas 80 segundos en su primer enfrentamiento, y ella, Attar. "Es un inmenso paso adelante, una experiencia increíble", completa. O al menos eso dice la traductora de turno: con apenas 20 años, no habla otra lengua que el árabe.

La estética mostrada por Attar se había visto también en la carrera inmediatamente anterior, por otra deportista de una nación musulmana: Sawalha Woroud, de Palestina. Ella, entró a su correr con la cabeza cubierta por un velo negro y logró el mejor tiempo de su carrera deportiva, con 2m29s16, aunque también estuvo lejos -a unos 20 segundos- de clasificarse a las semifinales.

"Mis padres me llamaron antes de la carrera y me dijeron: 'Todos los palestinos están mirándote y esperando que tengas un buen resultado'. Espero poder satisfacerlos en el futuro. Estos Juegos fueron un primer paso para mí", analizó Woroud, menos exultante que su colega saudí.

Sin embargo compartió esa satisfacción que representa ser parte de ese selecto grupo de siete mujeres que los países árabes más tradicionalistas decidieron enviar a Londres. En total, son 4.850 las atletas femeninas, un 46 por ciento del total de competidores. En Beijing hubo un 42 por ciento, y ya era considerado un logro digno de publicitar.

La cuestión no fue sencilla: hubo presiones cruzadas y una intervención seria del COI para que países como Qatar y Brunei consideraran el asunto. Finalmente se llegó a buen puerto. Qatar no sólo seleccionó a acuatro mujeres para su escaso contingente de 12 olímpicos, también seleccionó a la tiradora Al Hamad. "Será una inspiración para las mujeres de mi pueblo", comentó antes de la ceremonia. Brunei hizo su parte con la velocista Maziah Mahusin, quien estableció un récord nacional en los 400 metros, aunque -también- terminó en el último lugar de las que compitieron en su serie clasificatoria.

Ojalá esta evolución sea lo que parezca, y el ejemplo de dos, tres o cuatro luchadoras sirva para ir emparejando la cifra de cara a 2016. Faltan cuatro años y nunca es tarde para ir abandonando las discriminaciones.