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Derrota inmerecida del Barcelona

MADRID -- Llevaba el Barcelona un tiempo que se había salvado de perder por muy poco. De varios estadios se salvó por los pelos en los últimos minutos. Habían sido varias veces las que ha tenido que remontar. Sin embargo, contra el Celtic no encontró la manera de dar la vuelta al marcador y acabó perdiendo. Igual que otras veces había salido victorioso sin merecerlo, está vez fue al revés. Mereció mucho más en el Celtic Park.

Los escoceses estuvieron impecables en la definición: dos tiros a puerta, dos goles. Hacerlo también con tan poco es imposible. Y en cambio el Barça tuvo varias para haber ganado con solvencia. El problema fue que no tuvo pegada. Hay días en que la pelota no quiere entrar y no hay manera. Esté fue uno de ellos. Unas veces por el portero Forster –el mejor con diferencia- y otras veces por la madera –dos balones acabaron en los palos- el balón no quiso entrar.

Aunque el marcador no fue justo el Barça tiene serios problemas. Dos, especialmente. Uno es en defensa y más concretamente en la estrategia, porque concede muchas ventajas y encaja muchos goles así. Necesita más centímetros. La vuelta de Puyol se antoja vital. Al capitán se le echa mucho de menos. Ya no sólo para defender el balón parado sino para darle al equipo esa energía que transmite.

Y luego está el no saber atacar a equipos que se meten con todo atrás. El Celtic emuló al Inter de Mourinho o al Chelsea del año pasado. Como en esas veces que perdió el Barça estuvo espeso, sin profundidad por bandas, y sin puntería.

De todos modos el liderato de grupo sigue siendo de los culés, que aventajan en dos puntos al Celtic. El haber perdido tiene que servir para corregir cosas y mejorar en lo que se ha fallado, sobre todo en defensa.

El otro equipo español, el Valencia, ganó 4-2 al Bate Borisov e iguala con nueve puntos al Bayern de Munich. Los de Pellegrino fueron más efectivos que otra cosa, porque en cuanto a juego sigue sin saber un patrón establecido. Este equipo vive del gol de Soldado y Jonas. Poco más. La afición valencianista, muy exigente, espera que el DT cambie y pueda ir a Mestalla a ver otro tipo de fútbol.